🧠Propósito general (Devocional): Que los niños crezcan en su amor y respeto por Dios, desarrollando una relación personal con Él y aprendiendo a buscar Su guía y sabiduría en su vida diaria.
🧠Propósito específico: Que los niños memoricen versículos bíblicos y los apliquen en situaciones cotidianas, recordando que la palabra de Dios los ayuda a tomar buenas decisiones y a fortalecer su fe.
🧠Versículo bíblico …«Dinos tu adivinanza», le respondieron, «que te estamos escuchando». Entonces les dijo: «Del que come salió comida; y del fuerte salió dulzura»... Jueces 14.13b-14a
🧠Introducción. ¿Te gustan las adivinanzas o acertijos? Al parecer, a Sansón en la Biblia también le gustaban. Él era muy fuerte; la Biblia no dice si hacía ejercicio, pero seguro que sí le gustaba ejercitar su mente. Un día vio que un león que él había matado tenía un panal de abejas, y entonces creó este acertijo. Claro, era muy difícil resolver la adivinanza si solo él sabía lo que había visto.
Las adivinanzas son un buen ejercicio para nuestra mente. ¿Conoces alguna? Estoy seguro de que en la escuela has aprendido algunas:
- Es una planta con una flor que gira y gira buscando el sol.
Respuesta: El girasol.🌻
- Es pequeño como una pera, pero alumbra toda la casa.
Respuesta: El foco.💡
- Soy muy lenta y me gusta nadar, llevo siempre conmigo mi propio hogar. ¿Quién soy?
Respuesta: La tortuga. 🐢
Las adivinanzas o acertijos nos ayudan a pensar y ejercitar nuestra mente, especialmente porque, cuando somos niños, pasamos mucho tiempo en la escuela y necesitamos agilidad mental. Así que, ¡Cuánto más inteligente seas, más rápido pasarás al siguiente nivel escolar!
🧠Ejercitar
nuestra mente nos ayuda a crecer en sabiduría
Jesús
crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de Dios y de toda la gente.
Lucas 2.52
Cuando somos niños, nuestros cerebros están desarrollándose al igual que nuestros cuerpos. Así como necesitamos ejercitar nuestros cuerpos para crecer, también debemos ejercitar nuestros cerebros. Hay muchas formas de hacerlo, como resolviendo adivinanzas o memorizando palabras. La Biblia dice que cuando Jesús era niño, crecía en estatura, pero también en sabiduría.
Cada vez que aprendemos algo nuevo, estamos ayudando a nuestra mente crezca fuerte y sabia. Jesús también pasó por ese proceso y fue creciendo en sabiduría. ¡Comienza a aprender algo nuevo cada día! Cada pequeño esfuerzo cuenta y te hace crecer un poco más en sabiduría.
🧠Ejercitar
nuestra mente nos ayuda a no olvidar las cosas importantes
"Memorizo tus enseñanzas para no pecar contra ti." Salmo 119:11 (PDT)
Cuando vamos a la escuela, aprendemos muchas cosas, pero con el tiempo algunas se nos van olvidando. Por eso, a veces necesitamos memorizar cosas que sabemos que necesitaremos recordar en algún momento, especialmente cuando tenemos un examen. Memorizar no solo sirve para la escuela, también es útil en nuestra vida. El salmista decía que memorizaba la palabra de Dios para, cuando viniera la tentación, recordar que no debía pecar contra Él.
¿Qué versículos te sabes de memoria? ¿Para qué crees que te sirve recordar ese versículo? Por ejemplo cuando oramos podemos citar versículos para reforzar nuestra oración.
🧠Ejercitar
nuestra mente nos ayuda a resolver problemas
Y
es que ese hombre tiene una mente aguda, amplios conocimientos, e inteligencia
y capacidad para interpretar sueños, explicar misterios y resolver problemas
difíciles. Llame usted a ese hombre, y él le dirá lo que significa ese escrito.
Se llama Daniel…
Daniel 5.12
Imagínate qué tan inteligente era Daniel, que podía resolver todas esas cosas. Tú también puedes ser tan inteligente como él, no solo si ejercitas tu mente, sino también si buscas a Dios. Daniel decía que era Dios quien le daba la sabiduría para resolver esos problemas.
Si necesitas sabiduría para resolver algo, pídele ayuda a Dios y confía en que Él te la dará, como lo hizo con Daniel.
🧠Conclusión. Dios nos ha dado una mente increíble, capaz de aprender, recordar y resolver problemas. Cuando ejercitamos nuestra mente y buscamos a Dios, Él nos da sabiduría. Así como Daniel halló en Dios la sabiduría para enfrentar desafíos, y como el salmista guardó sus enseñanzas en el corazón, nosotros también podemos confiar en que Él estará contigo en cada momento de tus estudios. Si guardas su palabra en tu mente y corazón, estarás creciendo en sabiduría y fortaleciendo tu espíritu.
🧠Oración modelo. Amado Dios, gracias por darnos mentes y corazones dispuestos a aprender. Ayúdanos a ejercitar nuestra mente, a recordar tu palabra y a crecer en sabiduría, como lo hizo Jesús. Que podamos ser como Daniel, buscando tu ayuda para resolver los problemas que se nos presenten. Te pedimos que nos guíes en nuestro estudio y en todo lo que hagamos, para que podamos honrarte con nuestro aprendizaje. En el nombre de Jesús, amén.
🧠Llamado a la acción. Ahora que hemos aprendido cómo ejercitar nuestra mente, vamos a poner en práctica lo que hemos visto en esta semana. Estos son algunos pasos prácticos:
1. Memoriza un versículo de la Biblia o un Salmo que te guste y que te ayude a recordar lo que Dios quiere para ti. Puedes escribirlo en una tarjeta y leerlo cada día.
2. Haz algo nuevo para ejercitar tu mente, como aprender una palabra nueva o resolver un problema de matemáticas. Puedes investigar o pedir ayuda a alguien, pero debes asegurarte de que supiste resolverlo. Cada vez que enfrentes algo difícil, recuerda que con la ayuda de Dios puedes superarlo.
3. Ora pidiendo sabiduría, como lo hizo Daniel. Pídele a Dios que te ayude a aprender, a recordar lo importante y a usar tu mente para Su gloria.
Recuerda que, así como ejercitamos nuestros cuerpos, también debemos ejercitar nuestra mente para crecer en sabiduría y ser más como Jesús cada día.
🧠Juego: "Acertijos Bíblicos"
Objetivo: Ejercitar la mente de los niños resolviendo acertijos basados en personajes y eventos bíblicos.
Materiales:
- Tarjetas o papeles con los acertijos escritos.
- Pizarrón o papel para llevar la cuenta de los puntos.
Preparación: Escribe los siguientes acertijos en tarjetas o en hojas. Cada uno está basado en una historia o personaje bíblico. Si prefieres, puedes agregar más acertijos personalizados.
Acertijos:
1. Acertijo de Sansón:
"Fuerte como un león, pero dulce como la miel,
dentro de un animal encontré algo que saboreé.
¿Quién soy?"
- Respuesta: Sansón
2. Acertijo de Moisés:
"Con mi vara dividí el mar,
y a un pueblo logré liberar,
mi historia es famosa, todos la conocen,
por un milagro que a muchos asombró.
¿Quién soy?"
- Respuesta: Moisés
3. Acertijo de Daniel:
"En Babilonia viví,
sueños pude interpretar,
y cuando en el foso estuve,
en Dios pude confiar.
¿Quién soy?"
- Respuesta: Daniel
4. Acertijo de Jesús:
"Niño fui, y crecía,
en sabiduría y amor,
con el favor de Dios,
y de la gente me mostró.
¿Quién soy?"
- Respuesta: Jesús
5. Acertijo de Noé:
"Construí un gran barco,
para salvar a los animales,
el agua cubrió la tierra,
y sobrevivimos a todos los males.
¿Quién soy?"
- Respuesta: Noé
6. Acertijo de Ester:
"Reina fui, valiente y sabia,
mi pueblo salvé con valentía,
aunque no fui la única reina,
mi historia se cuenta en la Biblia.
¿Quién soy?"
- Respuesta: Ester
Cómo jugar:
1. División en equipos: Divide a los niños en equipos pequeños. Cada equipo se turnará para responder.
2. Lectura del acertijo: El maestro lee un acertijo en voz alta. Los equipos tienen 30 segundos para discutir y escribir su respuesta en un papel.
3. Tiempo para responder: Si el equipo responde correctamente, gana un punto. Si no, puedes dar una pista para ayudarles a encontrar la respuesta.
4. Pistas opcionales: Si un equipo no sabe la respuesta, puedes darles una pista relacionada con la historia bíblica. Por ejemplo, para el acertijo de Moisés, puedes decir: "Este hombre fue llamado por Dios para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto."
5. Al final del juego: Haz una pequeña reflexión con los niños sobre cómo ejercitaron su mente y cómo cada personaje bíblico usó la sabiduría que Dios les dio para superar desafíos.
6. Premio o reconocimiento: El equipo con más puntos puede recibir un pequeño premio, o simplemente ser reconocido por su esfuerzo. Lo importante es que todos se hayan divertido y aprendido.
Puedes encontrar más acertijos en nuestra sección de recursos para maestros.
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Actividad para los pequeños
Actividad para los medianos
Actividad para grandes
Soluciones de actividades
Consejos finales para los Maestros
1. Vincula las Preguntas con el Contenido: Asegúrate de que las preguntas en las hojas de trabajo estén directamente relacionadas con los puntos que abordarás en el bosquejo. Esto ayudará a los niños a conectar la información y entender mejor el mensaje.
2. Adapta Según la Edad: Cada grupo de niños tiene sus propias capacidades y niveles de comprensión. Ajusta tu enseñanza para adaptarse a la edad y nivel de comprensión de tus alumnos, de modo que puedan absorber mejor el contenido.
3. Dedica Tiempo para la Oración: Antes, durante y después de la clase, tómate un tiempo para orar. Ora por los niños antes de la clase, pidiendo que sus corazones estén receptivos y abiertos para aprender. Durante la clase, involucra a los niños en la oración, permitiéndoles compartir sus propias peticiones. Después de la clase, ora por aquellos que asistieron y también por aquellos que no pudieron asistir.
4. Preparación Anticipada: Descarga y imprime con suficiente antelación tus materiales de clase. Esto te permitirá revisar el contenido y asegurarte de que tienes todo lo necesario para una experiencia de aprendizaje efectiva.
5. Organiza Materiales: Prepara todos los materiales que necesitarás antes de la clase. Asegúrate de tener libros, hojas de trabajo, lápices, marcadores o cualquier otro material que planees usar durante la lección. Una buena organización facilitará el flujo de la clase.
6. Fomenta la Participación: Durante la clase, anima a los niños a participar y hacer preguntas. Crea un ambiente en el que se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y dudas. Esto fomentará un diálogo abierto y enriquecedor.
7. Variedad en la Enseñanza: Utiliza diferentes métodos de enseñanza para mantener el interés de los niños. Combina lecturas, actividades prácticas, preguntas interactivas y discusiones grupales para mantener la atención y la participación activa.
8. Sé Flexible: Aunque tengas un plan estructurado, sé flexible para ajustarte a las necesidades del grupo. Si ves que los niños están especialmente interesados en un tema en particular, puedes profundizar en ese tema y adaptar tu enfoque.
9. Crea un Ambiente Agradable: Asegúrate de que el espacio donde se lleva a cabo la clase sea acogedor y seguro. Utiliza colores alegres, coloca material visualmente atractivo y fomenta la interacción amigable entre los niños.
10. Termina con una Reflexión: Al final de la clase, brinda a los niños la oportunidad de reflexionar sobre lo que aprendieron. Puedes hacerlo a través de preguntas abiertas, dibujos o simplemente pidiéndoles que compartan lo que más les impactó.
Recuerda que cada niño es único, y tu dedicación en la preparación y la enseñanza tendrá un impacto duradero en su crecimiento espiritual y personal. ¡Disfruta del proceso y del privilegio de ser un maestro que guía y motiva a los niños en su camino de aprendizaje y descubrimiento!
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