RENOVAR TUS PENSAMIENTOS RESTAURARÁ TU VIDA

Serie. restaurando lo perdido.

Durante este mes hemos hablado sobre la importancia de la restauración en nuestras vidas, todos deseamos que Dios haga cosas especiales en nuestras vidas, y la mayoría de esas cosas que deseamos ocurran en nuestra vida son restauraciones, aunque no las llamamos así, es lo que son.
Algo importante que debemos saber es que gran parte de la restauración de nuestra vida sucederá cuando nuestra mente sea renovada. Nuestra mente no puede ser restaurada a menos que tengamos una enfermedad mental de la que debamos ser sanados, pero si debe ser renovada.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12.2

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. Romanos 12.2 NTV

La biblia dice que Dios puede renovarnos cuando cambiemos nuestra manera de pensar.

Dios no quiere que imitemos a los demás y sus costumbres, Dios quiere que aprendamos a ser nosotros mismos. A encontrar la forma que Él nos ha dado.

La palabra transformados en griego es: “metamorfoo” de donde viene la palabra metamorfosis que relacionamos mucho con la mariposa y la oruga. Dios quiere que seamos transformados, al grado de ser mucho mejores que antes.  La semana pasada hablamos sobre Naamán y sus pasos hacia la restauración, algo que decíamos era que Naamán no solamente fue restaurado sino fue mejorado, pues su piel era como la de un bebé, rejuvenecido, pero algo que podemos aprender también de esta historia es que Naamán pudo haber fracasado en su proceso de restauración si no hubiera cambiado su manera de pensar.

I.             TUS PENSAMIENTOS TE LLEVAN A TOMAR DECISIONES. 

Siempre mencionamos que el problema de Naamán comenzó desde que salió de su casa. Pues él se formó una imagen de lo que sucedería cuando llegara a Israel.
 Naamán se enojó y se fue, diciendo:
El profeta le envió un mensajero, diciendo: «Ve y métete siete veces en el río Jordán, y te sanarás de la lepra». 11 Naamán se enojó y se fue diciendo: «Yo pensé que el profeta saldría a recibirme, y que oraría a su Dios. Creí que pondría su mano sobre mi cuerpo y que así me sanaría de la lepra. 2 Reyes 10-11

Piense por un momento en todos las consecuencias que nos puede traer un pensamiento, Naamán se enojó por algo que el mismo se imaginó, ahora imagínese que hubiese pasado si Naamán no hubiera recapacitado ni aceptado el consejo de sus soldados, hubiera regresado a su tierra leproso, ¿Por qué? Simplemente porque las cosas no eran como se las había imaginado.
¿Cuántas veces nosotros nos enojamos por algo que pensamos que los demás harían? No se trata de algo que les dijimos que hicieran o tenían que hacer sino de algo que nosotros nos imaginamos. ¿Cuántas cosas que estamos a punto de recibir perdemos? Simplemente porque no era como nos imaginamos.
Una mente renovada puede restaurar muchas áreas de nuestra vida. Si tan solo estuviéramos dispuestos a cambiar nuestros pensamientos.
A veces los matrimonios sufren y se frustran porque viven de sus pensamientos pero no de la comunicación. En muchas ocasiones tenemos expectativas de nuestros cónyuges, algunas se cumplen pero otras no, los cónyuges no pueden satisfacer por completo nuestros deseos, por dos sencillas razones porque son humanos y porque algunas expectativas son irracionales. Hay necesidades que solamente Dios puede satisfacer. Tienes que dejar de tener expectativas injustas de los demás.
Naamán se formó una expectativa falsa de cómo sucederían las cosas cuando llegara a Israel y por esa razón estuvo a punto de quedarse si su milagro. No sólo nos formamos expectativas de los demás también de Dios y muchas veces nos equivocamos. Muchas veces Esperamos en Dios y en realidad Dios espera en nosotros.

“Dios está más interesado en cambiar tu mente que cambiar tus circunstancias” Rick Warren

No habrá milagros en tu vida hasta que renueves tu mente. Tu mente será un continuo obstáculo a la obra de Dios, ¿Qué tipo de mente tienes? ¿Temerosa, incrédula, oscura, resistente etc.?

Cada acción nace de un pensamiento si no lo piensas no sucede. Sea bueno o malo tienes que haberlo pensado antes. Una mente mala te llevará a hacer cosas malas.

Pero si la gente dice cosas malas, es porque es mala y siempre está pensando en lo malo: en cómo matar, en cómo ser infieles en el matrimonio, en cómo hacer cosas indecentes, o en cómo robar, o insultar a otras personas, y mentir. A Dios no le agrada que gente así lo alabe. Pero cualquiera puede alabar a Dios, aunque coma sin lavarse las manos.  Mateo 15.19 TLA

¿Son realmente tus pensamientos? Lo pensamientos que aceptamos moldean nuestra vida. No importa si son falsos o verdaderos, moldean tu vida. A veces los pensamientos que tenemos son producto de algo que nos dijeron y aceptamos, originalmente no era mi pensamiento era el pensamiento de alguien más, alguien pensó que yo era un tonto y me lo dijo, o pensó que yo no servía para nada y me lo dijo, el problema es que yo lo acepte y lo creí y el pensamiento de alguien terminó siendo mi pensamiento, ahora ese pensamiento me ha formado.

II.  TUS PENSAMIENTOS TIENEN QUE ENFRENTAR LA VERDAD

“Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.” Efesios 4:21-24 (NTV)

Nuestras acciones no cambian hasta que la verdad llega a nuestras vidas. Como hemos dicho nuestros pensamientos nos llevan a decisiones.  Nuestros pensamientos deben ser dirigidos  por la verdad que conocemos.

Naamán no decidió hacer lo que el profeta le había dicho hasta que fue confrontado por las palabras de los siervos que le acompañaban.

Pero los siervos de Naamán fueron y le dijeron: —Señor, si el profeta le hubiera dicho que hiciera algo muy difícil lo habría hecho, ¿no es cierto? Con más razón ahora que sólo le dijo: “Lávate y quedarás puro y limpio”.  2 Reyes 5.13
Una vez más una persona aparentemente insignificante dirigió a Naamán. Sin duda su problema era el orgullo. Primero la sierva en casa, luego el siervo de Eliseo, y ahora estos siervos.  Por eso la semana pasada decíamos que debes oír la voz de Dios aunque te parezca sencilla.

Necesitas que personas a tu alrededor te abran los ojos, puede ser tu grupo de paz. Hay cosas que no podrás cambiar a menos que alguien te abra los ojos. Debes cuidar de quienes te rodeas, a quienes escuchas, porque nos comportamos como las personas con las que pasamos nuestro tiempo. Ni importa si eres muy cristiano muchas veces personas del mundo influyen en tu comportamiento más que los creyentes.

Nuestros pensamientos deben enfrentar la verdad, el diablo es un engañador, toda mentira procede de él, y toda mentira nos lleva a meternos en problemas, él no piensa por nosotros pero nos sugiere cosas, como lo hizo con Eva, “no morirán”  dijo la serpiente, y cuando Eva  acepto la mentira vino la caída.

No siempre el diablo nos miente, también nos mentimos a nosotros mismos. “no me va a pasar nada” “tengo bajo control las cuentas” “cuando nos casemos cambiará” “tengo que comprarme eso” cada vez que nos mentimos nos metemos en problemas, debemos enfrentar nuestros pensamientos con la verdad.

Dios mío, examíname y conoce mis pensamientos;  ponme a prueba y reconoce todos mis pensamientos. 24 Fíjate si tengo algún mal pensamiento y guíame por el sendero que me lleva hacia ti. Salmo 139.23-24

Debemos pedirle al Señor que nos ayude con nuestros pensamientos, él no va a cambiar nuestra forma de pensar, pero puede dirigir nuestros pensamientos hacia lo correcto.


III.     TUS PENSAMIENTOS TIENEN QUE LLEVARTE A OBEDECER A DIOS.


 Así que Naamán hizo lo que el hombre de Dios había dicho. Bajó y se lavó en el Jordán siete veces, ¡y quedó puro y limpio! Su piel se volvió tan suave como la de un bebé.  2 Reyes 5.14

Meterse al agua fue un acto de obediencia y la obediencia es la manifestación de la fe, pero no puede haber obediencia donde no hay un pensamiento de fe. Un pensamiento muy interno le dijo a Naamán que si se metía al agua sanaría. Como cuando los hijos de Israel tenían que ver la serpiente de bronce para sanar. Al voltear al ver la serpiente de bronce sanaban, sino lo hacían en realidad era porque no querían obedecer y por lo tanto porque no creían que fuera posible. .
  
En ocasiones, nuestra desesperación por recibir un milagro de parte de Dios pensamos en todas las posibles soluciones, (Como Naamán Abana y Farfar) incluso a veces tratamos de hacer oraciones donde queremos convencer a Dios de lo que es mejor para nuestras vidas. En realidad tratamos de manipular a Dios para que haga lo que nos conviene, queremos que Dios sea parte de nuestro plan y no que nosotros seamos parte del plan de Dios.

“Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.” 
(Isaías 55:8 NTV)

Debemos aprender a obedecer a Dios aun cuando nos parezca ilógico, o no tenga sentido lo que nos pide. Debemos creer que al obedecer a Dios recibiremos la respuesta a nuestra necesidad. Recuerdo que a veces cuando hacia tarea había preguntas tan sencillas que se me hacían complicadas de responder, pensaba no puede ser que esto sea una pregunta debe haber algo más profundo que no estoy captando y que seguramente si la contesto de forma sencilla me va a salir mal, lo mismo nos pasa con la fe, que tan difícil es cuando le decimos a las personas cree solamente, la persona puede pensar mil cosas cuando eso significa cree solamente, a veces les decimos busca a Dios y las personas sienten que su mundo se les derrumba y en realidad lo único que hemos dicho es busca a Dios.


y toda altanería que pretenda impedir que se conozca a Dios. Todo pensamiento humano lo sometemos a Cristo, para que lo obedezca a él, 2 Corintios 10.5 DHH

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