CLASE BÍBLICA PARA NIÑOS DESCARGABLE - DAVID EL ADORADOR -

clase biblica descargableDAVID EL ADORADOR

Texto para memorizar: "Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo
en mi boca". Salmo 34.

Propósito de la clase: Que los niños puedan aprender valiosas lecciones sobre la adoración a través de la vida y experiencias de David en la Biblia, comprendiendo la importancia de adorar a Dios en todo momento, apreciar la belleza de la adoración en comunidad y descubrir cómo la adoración puede brindarles fortaleza y valentía para enfrentar sus miedos en la vida cotidiana.

David es uno de los más grandes adoradores que hay en la Biblia. Muchos de los salmos fueron escritos por él. En diferentes circunstancias, él siempre tenía una razón para cantar y adorar a Dios. Por lo que en este día, podemos aprender algunas enseñanzas que nos da David en el Salmo 34.

David nos enseña que debemos adorar a Dios en todo tiempo:

"Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca". (Salmo 34:1)

David, el adorador de Dios, nos enseña que debemos recordar a Dios y adorarlo en cada momento de nuestras vidas. A veces, estamos felices y emocionados, como en un día soleado. Pero también hay momentos difíciles, como cuando hay nubes en el cielo y nos sentimos tristes o preocupados. David pasó por momentos difíciles también, como cuando el rey Saúl lo perseguía y tuvo que esconderse incluso en lugares extraños incluso en el reino enemigo, hasta se hizo pasar por loco. A pesar de estas dificultades, David decidió adorar a Dios en todo tiempo. Él escribió canciones especiales para Dios, llamadas salmos, incluso cuando las cosas no estaban yendo bien. Una vez escribió: "Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca". Esto significa que David eligió alabar a Dios no importa lo que pasara a su alrededor.

A veces, no tenemos ánimo de adorar a Dios porque pensamos que es para los grandes, o estamos cansados debido a que no dormimos bien, o se sienten tristes por alguna situación. Pero deben saber que el Señor se agrada de aquellos que adoran, y si se esfuerzan, podrán adorar a Dios y sentirse felices de hacerlo.


David nos enseña que podemos adorar con otros niños:

"En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová
conmigo, y exaltemos a una su nombre". (Salmo 34:2-3)

David, el adorador de Dios, nos enseña que la adoración no es solo algo que hacemos individualmente, sino también en comunidad. Él no solo disfrutaba adorar a Dios en privado, sino que también amaba adorar junto a otros. En sus canciones especiales llamadas salmos, David hablaba sobre la importancia de alabar a Dios juntos. Decía cosas como "En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre".

Esto nos muestra que adorar con otros niños es una parte especial de nuestra relación con Dios. A veces, puede ser un poco asustador cantar o orar frente a otros niños, pensando que podrían reírse de nosotros. Pero David nos enseña que no deberíamos preocuparnos por eso. En lugar de eso, deberíamos sentirnos felices de compartir nuestra adoración con los demás. Cuando adoramos juntos, nos apoyamos mutuamente y creamos un ambiente en el que todos se sienten seguros y amados. Así que, niños, recuerden que pueden invitar a sus amigos a adorar con ustedes. Juntos pueden cantar, orar y alabar a Dios, creando un hermoso momento de unión y felicidad.

David nos enseña que cuando adoramos, se nos quitan los miedos:

"Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores". (Salmo 34:4)

Es natural que a veces los niños sientan miedo. Puede ser el miedo a la oscuridad, a los monstruos debajo de la cama o a situaciones nuevas. David, quien también fue un niño alguna vez, entendía lo que era tener miedo. Pero lo interesante es que él nos muestra una forma especial de enfrentar esos miedos. En el Salmo 34, David nos dice que cuando buscaba a Dios, sus temores desaparecían. Es como si al acercarse a Dios, todo ese miedo se desvaneciera como la niebla al salir el sol.

Entonces, chicos y chicas, cuando sientan ese cosquilleo de miedo en sus corazones, recuerden a David. Él nos enseña que, en lugar de quedarse en ese miedo, podemos buscar a Dios y confiar en Él. Imaginen a Dios como su superhéroe que está siempre listo para protegerlos. Así que, la próxima vez que sientan ese miedo, recuerden que pueden decirle a Dios lo que sienten. Él está allí para escuchar y brindarles la valentía que necesitan.

Es importante saber que no están solos en sus miedos. Todos enfrentamos momentos en los que nos sentimos inseguros. Pero recuerden que tienen a Dios a su lado, y Él es más grande que cualquier miedo. Así que, cuando sientan que algo les asusta, recuerden las palabras de David y acérquense a Dios. Confiar en Él y adorarlo les dará la fuerza para enfrentar esos temores y seguir adelante con valentía.

Llamado: Que los niños se inspiren a adorar a Dios en todo tiempo, a experimentar la alegría de adorar juntos en comunidad y a encontrar en la adoración una fuente de valentía para enfrentar sus miedos. Les animamos a que, al igual que David, reconozcan que la adoración es una forma especial de conectarse con Dios y que a través de ella pueden experimentar su amor, fortaleza y protección en todas las circunstancias de la vida.


Sugerencia de bosquejo para la clase

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 NIÑOS GRANDES

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  • Consejos finales para los Maestros


    1. Vincula las Preguntas con el Contenido: Asegúrate de que las preguntas en las hojas de trabajo estén directamente relacionadas con los puntos que abordarás en el bosquejo. Esto ayudará a los niños a conectar la información y entender mejor el mensaje.


    2. Adapta Según la Edad: Cada grupo de niños tiene sus propias capacidades y niveles de comprensión. Ajusta tu enseñanza para adaptarse a la edad y nivel de comprensión de tus alumnos, de modo que puedan absorber mejor el contenido.


    3. Dedica Tiempo para la Oración: Antes, durante y después de la clase, tómate un tiempo para orar. Ora por los niños antes de la clase, pidiendo que sus corazones estén receptivos y abiertos para aprender. Durante la clase, involucra a los niños en la oración, permitiéndoles compartir sus propias peticiones. Después de la clase, ora por aquellos que asistieron y también por aquellos que no pudieron asistir.


    4. Preparación Anticipada: Descarga y imprime con suficiente antelación tus materiales de clase. Esto te permitirá revisar el contenido y asegurarte de que tienes todo lo necesario para una experiencia de aprendizaje efectiva.


    5. Organiza Materiales: Prepara todos los materiales que necesitarás antes de la clase. Asegúrate de tener libros, hojas de trabajo, lápices, marcadores o cualquier otro material que planees usar durante la lección. Una buena organización facilitará el flujo de la clase.


    6. Fomenta la Participación: Durante la clase, anima a los niños a participar y hacer preguntas. Crea un ambiente en el que se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y dudas. Esto fomentará un diálogo abierto y enriquecedor.


    7. Variedad en la Enseñanza: Utiliza diferentes métodos de enseñanza para mantener el interés de los niños. Combina lecturas, actividades prácticas, preguntas interactivas y discusiones grupales para mantener la atención y la participación activa.


    8. Sé Flexible: Aunque tengas un plan estructurado, sé flexible para ajustarte a las necesidades del grupo. Si ves que los niños están especialmente interesados en un tema en particular, puedes profundizar en ese tema y adaptar tu enfoque.


    9. Crea un Ambiente Agradable: Asegúrate de que el espacio donde se lleva a cabo la clase sea acogedor y seguro. Utiliza colores alegres, coloca material visualmente atractivo y fomenta la interacción amigable entre los niños.


    10. Termina con una Reflexión: Al final de la clase, brinda a los niños la oportunidad de reflexionar sobre lo que aprendieron. Puedes hacerlo a través de preguntas abiertas, dibujos o simplemente pidiéndoles que compartan lo que más les impactó.


    Recuerda que cada niño es único, y tu dedicación en la preparación y la enseñanza tendrá un impacto duradero en su crecimiento espiritual y personal. ¡Disfruta del proceso y del privilegio de ser un maestro que guía y motiva a los niños en su camino de aprendizaje y descubrimiento!

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