¿Que hacemos con el hermano pecador?


1 corintios 5.11
Este texto es tan claro que no necesita explicación; sin embargo habrá quienes aun así no lo puedan entender. Para empezar: este texto no habla de personas no cristianas, es decir que: “no han recibido a Cristo en su vida como Señor y Salvador” sino más bien de quienes <<se llaman así mismos hermanos>>. Segundo: no habla de creyentes que fallan, porque “todos fallamos” y todos tienen derecho a levantarse y a ser levantados, las personas van a la iglesia no por ser perfectos sino porque tienen errores y desean cambiarlos, pero este texto más bien habla de aquellos que por lo que se hace evidente a nuestros ojos, no quieren dejar sus malas costumbres.
Jesús enseña que si alguien hace algo mal: 1.- Que alguien hable con él y le diga lo que está haciendo mal. 2.- Si no entiende que vaya con un testigo. 3.- Si no entiende que lo digan a la iglesia. 4.- Si finalmente se empeña en vivir su mala vida que lo traten como incrédulo (Palabras de Jesús Mateo 18:15-16). Esto significa que para identificar a una de estas personas es porque ya ha pasado por este proceso, no puedes descartar a alguien si primero no seguiste los pasos correctamente.
Este no es un mensaje cruel de abandonar las “pobrecitas buenas personas” es un mensaje sobre personas que lo último de lo que se pueden quejar es de que “nadie los buscó”. Al fin de cuentas este mensaje no es para ellos, el problema no son ellos, ni sus ya conocidas actitudes, sino más bien ¿Qué están haciendo los que dicen “saber la palabra?", los que son “firmes en la fe”, muchas veces aplaudiéndoles sus malas acciones, con un mensaje indirecto que les dice: <<Sigue así como vas la iglesia está contigo, aunque vivas mal>> Ahí están Llevándole comida al prodigo mientras está sufriendo hambre, para que no extrañe la casa del Padre, lo abrazan y animan para que no renuncie a su bonito trabajo de cuidador de cerdos. (¡Piénsalo! si alguien le hubiera llevado comida al prodigo jamás hubiera vuelto a la casa del Padre) a veces un simple “me gusta” que tú les regales les hace creer que están bien y que no necesitan regresar, los hace seguir empeñados en sus lloriqueos "me siento triste :( " para que los hermanitos los consuelen, (porque eso si, sus consecuencias no son por su mala conducta sino porque en la iglesia NUNCA LOS APOYARON) Por eso hay quienes lo siguen apoyando; no como los otros “hermanos mala onda” ; pero si tu corazón esta con Dios y con su palabra, si reflexionas verdaderamente y no tratas de engañarte sabrás que no puedes ir contra esta palabra ni contra tu propia conciencia. Hay razones muy importantes por las que Pablo dio esta orden, y por muy dura que te parezca tiene un propósito divino por el cual fue dejada en la Escritura.

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