10 PRINCIPIOS QUE TE HACEN SER PARTE DE LA IGLESIA

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Como muchos ya saben la iglesia no es el edificio donde se reúnen las personas, sino las personas que se reúnen para adorar a Dios. Desde el momento en que alguien deja de reunirse automáticamente deja de ser iglesia. Es imposible que haya una iglesia sin personas reunidas.  Muchas personas se definen como cristianas pero pocos pueden definirse como participantes de una iglesia,  estas personas pueden hablar de iglesias, pero no de “su iglesia” de pastores, pero no de “sus pastores” o aun cuando puedan hablar de su iglesia y su pastor, hay una gran distancia entre sus palabras y sus hechos.

Veamos diez principios que nos dicen porque debemos asistir a la iglesia.

• PRINCIPIO DE LA MEMBRECÍA

²⁷Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. 1 Corintios 12.27

 La palabra miembro o membrecía hoy en día es común y muy utilizada por los clubes y equipos, pero esa palabra tan importante tuvo su origen en la alegoría que pablo hace del cuerpo y la iglesia, de hecho esa palabra ni siquiera tiene sentido cuando otros la utilizan, como cuando la maneja la iglesia.  Ahora bien no se puede ser miembro de la iglesia cuando ni siquiera se asiste o sirve para ella, no importa que tanto ame a Dios, o sienta su presencia, o cuanto se guarde en el mundo de pecar, para ser miembro de la iglesia-cuerpo se necesita interactuar con ella, tener relación con los demás creyentes, participar en sus actividades, apoyar en los gastos etc., de otra manera es solo un visitante de la iglesia-cuerpo y no un miembro de ella.

•   PRINCIPIO DE LA ELECCIÓN.

 ¹⁸Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 1Corintios 12.18

¿Quién llama y escoge? El mismo que llama y escoge es el mismo que coloca dentro del cuerpo de Cristo, la posición dentro de la iglesia no esta determinada por los hombres sino por Dios. Dios no llama ni escoge a alguien para colocarlo en un cristianismo solitario. Dios nos coloca en las iglesias a las que pertenecemos por una gran razón, estamos ahí con un propósito divino. Nuestro funcionamiento dentro de la iglesia es parte del cumplimiento de la voluntad de Dios, el alejarnos de la iglesia es hacer nuestra voluntad y perder el propósito por el cual Dios fuimos llamados escogidos y colocados. 

• PRINCIPIO DE LA NECESIDAD

Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 1 Corintios 12.21

¿Que miembro de nuestro cuerpo podría vivir sin el resto? Todo nuestro cuerpo funciona perfectamente por el trabajo en conjunto que hacen cada uno de nuestros órganos. De la misma manera el creyente tiene y siente la necesidad de sus hermanos, el salmista entendía esta necesidad cuando dijo:

¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza… Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna. Salmos 133

El miembro sabe que no hay nada mejor que estar en el lugar (geográficamente hablando) donde el Señor envía bendición y vida eterna, ¡Esto es con sus hermanos!.

• EL PRINCIPIO DE LA INDISPENSABILIDAD

²²Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios.1 Co. 12.22

¿Qué miembro de su cuerpo no extrañaría? Pero no me refiero a las imperfecciones de su cuerpo por supuesto. Cada parte de nuestro cuerpo son indispensables incluso aquellas menos valoradas o menos atendidas, de la misma forma cada miembro de la iglesia-cuerpo es indispensable (contrario a lo que antes se decía y se corría a los miembros de las iglesias) nadie hará el trabajo que solo tú sabes hacer. El día que faltes seguramente Dios lo solucionará, pero nadie hará el trabajo como tú lo hacías, pues eres único. Tristemente algunos miembros se ausentan de la iglesia sin darse cuenta del gran daño que le provocan, cualquiera que sea la razón por la que dejan de asistir, detienen el proceso de desarrollo de la iglesia y frenan el su avance. La iglesia después tendrá que invertir tiempo y esfuerzo en  trata de cubrir esa parte vacía, que nunca debió haberse desocupado.

• EL PRINCIPIO DE LA UTILIDAD

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12.1

⁵así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. ⁶De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada,  si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe… Romanos 12.5-6

Todo ser humano tiene no solo la necesidad de recibir sino también de dar, proveer y proteger, es la razón por la que trabajamos, nos casamos y tenemos hijos, es parte del placer de la vida sentirnos útiles. La iglesia es un gran lugar para encontrar nuestra utilidad, después de la conversión el descubrimientos de nuestro dones es la mas grande experiencia que podemos tener, nos ayuda a encontrar el propósito de nuestra vida, la misión para la que hemos sido enviados. La expresión “instrumentos en las manos de Dios”, viene de saber que Dios nos utiliza como herramientas de bendición en este mundo.

• EL PRINCIPIO DE LA PREOCUPACIÓN
  
  

Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.

El sentido de la preocupación nos hace responsables, es lo que sentía Urias cuando David lo invitaba a comer beber y descansar en su casa. 1 Corintios 12.25

Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab, y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa. 2 Samuel 11.11

Cada día que sabemos habrá reunión, la preocupación por nuestros hermanos debe motivarnos a congregarnos, recuerdo una anécdota de una iglesia en la que no había luz, cada vez que se congregaban, los hermanos tenían que llevar su propia lámpara, para iluminar la reunión, todos sentían la preocupación de asistir porque pensaban que su lámpara podría hacer falta y la reunión estaría oscura. Lo mismo ocurre en nuestros días quizás no debes preocuparte porque  falte tu lámpara, pero si debes preocuparte porque sin tu ayuda será mas difícil el desarrollo de la iglesia. Recuerda siempre esto mientras tu te quedas en casa por tus razones hay personas reunidas en el campo de batalla luchando contra el diablo.

 

•  PRINCIPIO DE LA EDIFICACIÓN.

Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.  1 Corintios 14.12

²a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, efesios 4.12

Como he mencionado en otro de nuestros temas jamás entenderemos perfectamente el cuerpo de Cristo y nuestra función como miembros de él, si seguimos ignorando el funcionamiento y la diversidad de dones. El cuerpo de Cristo es la iglesia y la edificación de la iglesia es la edificación de su cuerpo, como vemos e los textos bíblicos (1 Co. 14.12 y Ef. 4.12) en ambos Pablo indica que la edificación de la iglesia o cuerpo de Cristo es a través de los dones. La iglesia-cuerpo no puede ser edificada sin la operación de los dones de los creyentes. Los dones no nos fueron dados para que los disfrutáramos de forma individual, o para tener solo contacto con Dios, sino más bien nos fueron dados para trabajar en la edificación de la iglesia-cuerpo, para compartirlo. La iglesia-cuerpo crece, se fortalece  y desarrolla (como todo cuerpo vivo)  por el funcionamiento de los dones de los miembros.

¹⁰Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 1 Pedro 4.10

¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 1 Corintios 14.26

• EL PRINCIPIO DE LA CORDURA

³Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12.3

Nadie puede pensar que es demasiado valioso o importante para que la iglesia-cuerpo no lo merezca, o que es tan insignificante y depreciado como para que la iglesia-cuerpo ni siquiera se acuerde de él. Todo creyente debe pensar con cordura sobre su importancia dentro de la iglesia-cuerpo, Dios le ha dado una medida de fe, que es su don, con el cual se espera que funcione. A veces el falso concepto que tiene el creyente de si mismo le hace tener una visión distorsionada de la realidad. Nosotros procuramos mucho más algunas partes de nuestro cuerpo que otras, como por ejemplo: el rostro y las manos, pero eso no significa que nuestros ojos creen que son más importantes que nuestras rodillas, porque todos los miembros trabajan en conjunto para beneficio del cuerpo completo. La cordura nos enseña a apreciar los dones de los demás y valorar los nuestros. Nadie es tan insignificante que no me haga falta, ni tan importante que no me necesite.

• EL PRINCIPIO DE LA MADUREZ

¹³Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; ¹⁴para que ya no seamos niños fluctuantes…Efesios 4.13-14

Es de niños espirituales dejar de reunirse por pequeñeces, por lo regular quienes dejan de reunirse por situaciones pequeñas, son creyentes nuevos que aun no han madurado lo suficiente para poder comprender por que ocurren ciertas cosas dentro de la iglesia. Todo creyente maduro sabe que no hay iglesias perfectas ni creyentes perfectos. El creyente maduro sabe mantenerse a pesar de las circunstancias, sabe que trabaja para el Señor y que su recompensa proviene de Él, no espera recompensa humana ni aplausos de nadie, su fe esta en Dios y nada mas.

•  EL PRINCIPIO DE LA ACEPTACIÓN
  
  

⁷Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca (acepte) que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 1 Corintios 14.37

Pablo termina su discurso acerca de los dones (cap.12-14) con un mensaje hacia aquellos que se incomodaran por su postura sobre ellos.  No importa cuantos argumentos pueda tener alguien que no se reúne o que asiste esporádicamente a una iglesia, sus argumentos no tienen valor ante los mandamientos del Señor. Es de humildes y espirituales  aceptar y reconocer los mandamientos del Señor. ni siquiera situaciones como: “una mala experiencia en una iglesia”, “una iglesia sectaria”, “la distancia”, “falta de economía” pueden privarnos de la gran bendición que tenemos al ser parte del cuerpo de Cristo, es un deber de todo creyente el buscar un lugar (geográfico esto excluye la radio o la tv.) donde pueda tener contacto (verdadero) con otros creyentes y servir con sus dones para el desarrollo de la iglesia-cuerpo.

La próxima vez que pases días si reunirte recuerda que lo que te hace ser iglesia es precisamente lo que no estas haciendo.

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