Serie: Morir a mi
Montado en su burro
Alguna vez has visto esas escenas donde un personaje en la película tarda mucho tiempo morirse, pasa con héroes y con villanos, en ocasiones el villano se cree que ya finalmente se acabó, pero después de una forma inesperada vuelve a surgir, o sucede con el caso de algunos héroes, este recibe golpes, balazos y como puede continuar con sus pocas fuerzas y hasta le da tiempo de despedirse y dar un discurso a otros personajes que están de su lado.
Esto es algo que a veces resulta
dramático, y en ocasiones también absurdo o hasta gracioso.
Por qué no simplemente mueren y ya, pero pues eso no ayuda a la trama, y es que,
aunque esto sea solo cine o ficción. Muchos en nuestra vida real hacemos
exactamente eso, tardamos en morir, pero no me refiero a la muerte natural sino
a aquella parte de nosotros a la que nos negamos renunciar.
En la vida pasaremos por muchos procesos, sin embargo, No hay proceso más
doloroso ni más difícil que aquel al que nos resistimos
Esos procesos pueden ser
familiares, emocionales, de fe, ministeriales, etc. Y en muchos de esos casos
pensamos que lo que debemos hacer es mantener nuestra posición hasta el final para
salir victoriosos pero la verdad es que en muchos casos en realidad solo debemos
hacer es reconocer y aceptar la voluntad de Dios
Hay un personaje en la biblia que
creo es el más rebelde a la voluntad de Dios que podamos encontrar, pero antes
de que actuemos como fariseos debo decir que no se aleja mucho de la realidad actual
de muchos cristianos que han decidido creer, pero no morir.
Para un poco de contexto cuando los
hijos de Israel salieron de Egipto se convirtieron en una amenaza para los
pueblos que habitaban la tierra prometida, entonces hubo un rey que analizando
la situación se dio cuenta que no podría pelear contra Israel y vencerlo, así
que decidió tomar otras medidas para poder derrotarlo. Y esto fue contratando a
Balaam un hombre que algunos califican como profeta otros como seudoprofeta,
pero lo cierto es que este hombre se había ganado la fama de que lo que hablaba
con su boca se cumplía.
Yo sé que a quien tú bendices,
es bendecido, y que a quien tú maldices es maldecido. Por eso, te ruego
que vengas y lo maldigas por mí, porque es un pueblo más fuerte que yo. ¡Tal
vez logre yo herirlo y echarlo fuera de mi tierra!» Números 22.6
La voluntad de Dios es clara.
Los ancianos de Moab y de
Madián fueron a ver a Balaam. Con los regalos de adivinación en la mano, le dieron
el mensaje que le enviaba Balac. 8 Y Balaam les dijo: «Descansen aquí
esta noche, que yo les daré la respuesta que el Señor me comunique.» Y los
príncipes de Moab se quedaron con Balaam Números 22.7-8
Sin duda Balaam se vio seducido
por la oferta que se había traído delante de él, era claro que lo que el rey de
Moab quería no era algo correcto, pero aun así Balaam decidió continuar con la
negociación. En ocasiones ya algo nos está diciendo que no es correcto, pero
decidimos continuar con nuestro plan, y en ocasiones hasta nos escuchamos
espirituales, alguien solía decir que cuando una persona te dice vamos a orar o
es muy espiritual o no sabe realmente que decir,
. 9 Pero Dios vino y
le dijo a Balaam: «¿Quiénes son estos hombres que están contigo?» Números 22:9
Dios le habla a Balaam y le
pregunta sobre los hombres que han llegado, en muchas ocasiones ya hemos dicho
que cuando Dios pregunta no es porque no sepa sino poque quiere que abramos el
corazón. Dios ya sabe quiénes son estos hombres, pero le pregunta a Balaam a
ver si él es capaz de reconocer que no se encuentra con las personas correctas.
Cuando decidimos hacer nuestra voluntad Dios nos confronta con preguntas que no
podemos evadir, ¿Qué haces en ese lugar? ¿Quién es esa persona? ¿Qué estás
haciendo?
Balaam le respondió a Dios: «Balac
hijo de Sipor, que es rey de Moab, mandó a decirme: 11 “De Egipto ha
salido un pueblo que cubre la faz de la tierra. Yo te ruego que vengas y lo
maldigas por mí. ¡Tal vez logre yo herirlo y echarlo fuera!”» 12 Entonces
Dios le dijo a Balaam: «No vayas con ellos, ni maldigas a ese pueblo, porque es
un pueblo bendito.» Números 22.10-12
Note la respuesta de Dios clara y
contundente, Dios no está jugando a descubrir su voluntad, las personas a veces
piensan que la voluntad de Dios es como algo escondido que tenemos que descubrir,
algo misterioso, pero no es así Dios es claro en las cosas que ha dicho, que
nosotros queramos darle vueltas al asunto es otra cosa. Dios dijo “no vayas” no
maldigas”
Y así, al día siguiente Balaam
se levantó y les dijo a los príncipes de Balac: «Vuelvan a su tierra. El Señor
no me permite ir con ustedes.» Números 22. 13
Balaam dijo yo les daré la
respuesta que Dios me comunique, pero en realidad ¿Qué dijo? El Señor no me
permite ir con ustedes. Esto es lo que pasa cuando tenemos religión, pero no
relación, cuando somos creyentes, pero no ha muerto nuestro viejo hombre, es
cuando no podemos decir no por nosotros mismos sino nos justificamos hasta
diciendo es que en la iglesia eso no se permite.
Nuestra voluntad es firme
El rey de Moab no se dio por
vencido así que mandó nuevamente una comitiva mejor que la anterior para intentar
nuevamente convencer a Balaam.
6 y éstos le dijeron a
Balaam: «Así dice Balac, hijo de Sipor: “Te ruego que no dejes de venir a mí. 17 Puedes
estar seguro de que yo te colmaré de riquezas, y haré todo lo que me digas. Por
favor, ven y maldice por mí a este pueblo.”» 18 Pero Balaam les respondió
a los siervos de Balac: «Aun cuando Balac me dé su casa llena de oro y plata,
yo no puedo desobedecer en lo más mínimo las órdenes del Señor. Números
22.16-18
Nuevamente Balaam antepone a Dios
como la razón y no su propia decisión eso suena espiritual pues en ningún
momento dejo en claro que decidía hacer lo correcto.
Yo les ruego que descansen
aquí esta noche, hasta que yo sepa qué más me dice el Señor.» 20 Durante
la noche, Dios vino y le dijo a Balaam: «Puesto que estos hombres han acudido a
ti, levántate y vete con ellos. Pero harás sólo lo que yo te diga.» Números 22.19-20
La versión TLA se lee así
«Aunque Balac me diera su
palacio repleto de plata y oro, yo no podría hacer absolutamente nada en contra
de la voluntad del Señor mi Dios. 19 Pero quédense aquí una
noche más y veré si el Señor tiene algo más que decirme».
¿Se da cuenta como Balaam le da
vueltas al asunto? Ya Dios había dicho que No claramente, pero Balaam no quita
el dedo del renglón. Esta es una muestra de que la oración no es siempre la
solución, pues como hemos dicho en ocasiones Dios no contesta oraciones como la
de Elías que pedía morirse, pero a veces cuando la gente insiste tanto en algo
que Dios ha dicho que no, se les termina concediendo.
Durante la noche, Dios vino y
le dijo a Balaam: «Puesto que estos hombres han acudido a ti, levántate y vete
con ellos. Pero harás sólo lo que yo te diga.» Números 22.20
Como dice el Talmud sobre este
punto: «La audacia puede prevalecer incluso delante de Dios»
Si eso es lo que quieres es lo
que tendrás. Puede ser que en algún momento creas que finalmente lo que tanto querías
ha sucedido, pero puede ser que solo sea que Dios ha decidido no seguir
luchando contigo.
Caminando contra la voluntad
Al día siguiente, Balaam
se levantó, le puso a su asna el aparejo, y se fue con los príncipes de Moab. 22 Balaam
iba montado sobre su asna, y acompañado de dos criados suyos, pero en el camino
la ira de Dios se encendió y su ángel salió dispuesto a obstruirle el paso.
Números 23.21-22
Creo que aquí nació aquella
famosa frase de “montado en su burro” me imagino que ni tardo ni perezoso
Balaam se levantó y se apresuró a salir, para colmo llevaba dos criados suyos. Cuando
nos empeñamos en hacer nuestra voluntad terminamos arrastrando a aquellos que
nos rodean.
Anteriormente no entendía como Dios
le había dicho que fuera y ahora la ira de Dios se había encendido sobre él, pero
esa es la realidad de muchos, al no cambiar de opinión Dios los entrega a sus
propios deseos o concupiscencias para que terminen haciendo aquello que no
deberían. En algún momento se ha hablado de la voluntad perfecta de Dios y la
voluntad permisiva, es decir Dios quiere que cumplamos algo, pero en ocasiones
hacemos lo que queremos bajo nuestra voluntad que en realidad es una forma de
decir que desobedecemos su voluntad. Es como cuando Dios le dijo a Ezequías que
moriría, pero el oró y entonces Dios le permitió vivir otros quince años suficientes
para que ocurrieran muchas cosas malas en el reino, si hubiera aceptado la
perfecta voluntad el reino hubiera estado bien.
La biblia nos describe como poco
a poco el asna que podía ver al ángel de Dios hostigada por Balaam intentaba
evadir al ángel hasta que finalmente no pudo.
Entonces el ángel del
Señor avanzó un poco más y se puso en un lugar más angosto, donde ya no había
manera de avanzar ni a un lado ni al otro. 27 Al ver el asna al ángel
del Señor, se echó al suelo debajo de Balaam, y éste se enojó y la azotó con un
palo. Números 22.26-27
La biblia nos describe la
crueldad y enfado de Balaam al azotar al asna. Esto es lo que ocurre cuando las
personas se ven estorbadas o limitadas en sus decisiones, buscan culpables de que
no pueden cumplir sus objetivos su ira contra el asna era el reflejo de su alma.
A parte de que aquí vemos una crueldad animal que en la biblia no es aceptada
ocurre algo extraordinario.
Entonces el Señor hizo que el
asna hablara, y ésta le dijo a Balaam: «¿Y yo qué te he hecho? ¿Por qué me has
azotado tres veces?» 29 Y Balaam le respondió: «¡Es que te has burlado de
mí! Si tuviera yo una espada en la mano, ¡ahora mismo te mataría!» Números
22:28-29
Lo que más sorprende es como Balaam
es capaz de mantener la conversación con el asna, cualquiera en ese caso se
hubiera desmayado del susto.
El asna le contestó: «Pero,
Balaam, ¿acaso no soy yo tu asna? Desde que me tienes, y hasta este día, tú has
montado sobre mí. ¿Acaso te he tratado así alguna vez?» Como Balaam respondió
que no, 31 el Señor le abrió los ojos, y al ver Balaam que el ángel del
Señor estaba en el camino y con la espada en la mano, se inclinó y se postró
sobre su rostro. 32 Entonces el ángel del Señor le dijo: «¿Por qué
azotaste a tu asna tres veces? Como puedes ver, yo he salido dispuesto a no
dejarte seguir, porque tu camino me parece perverso. 33 En cuanto el
asna me vio, tres veces se apartó de mí. Si ella no se hubiera apartado de mí,
yo te habría matado a ti, y a ella la habría dejado con vida.» Entonces
Balaam dijo al ángel del Señor: «He pecado. Y es que no sabía que tú te
interponías en mi camino. Pero ya que esto te parece mal, voy a regresarme.»
Números 22. 30-33
Algo que es interesante notar es
que Balam ve al ángel hasta que admite su error ante el asna, el ángel también reprende
a Balaam y este finalmente “reconoce” su falta y su “pecado”, pero Balam no es
el único en la biblia que dice haber pecado y en realidad no estar
completamente arrepentido. Esta el caso de faraón y el de judas que también dijeron
haber pecado, pero como sabemos no se arrepintieron sinceramente.
Por lo que sabemos que Balaam sin
duda renunciaría a continuar haciendo su voluntad. Para no extender más la
historia Balaam continua con el viaje y termina bendiciendo al pueblo de Dios,
cosa contraria para la que había sido contratado. El tema de las bendiciones y
maldiciones es amplio por lo que no podemos tratarlo detalladamente, solo nos
limitamos a decir que como Balaam no pudo maldecir al pueblo y así no pudo
quedarse con la jugosa recompensa que el rey de Moab le estaba ofreciendo, se
dice que hizo algo llamado el consejo de Balaam.
¡Si fueron ellas las que,
aconsejadas por Balán, hicieron que los israelitas traicionaran al Señor en
Baal Peor! Por eso murieron tantos del pueblo del Señor. Números 31.16 NVI
Como el rey de Moab no podía
vencer a través de maldiciones al pueblo de Dios, se entiende que Balaam le dio
el consejo de que si el pueblo pecaba Dios mismo los castigaría, así que Balac
puso en marcha ese consejo para que Israel fuera destruido no por él sino por
su propio pecado. Y Balaam se salió finalmente con la suya o al menos eso era
lo que él creía.
Mataron también, entre los
muertos de ellos, a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco
reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada. Números 31.8
Ese fue el final de un hombre
obstinado en querer hacer su voluntad hasta el último momento, en contra de la
clara indicación de Dios, en contra de su voluntad, en contra de su propia experiencia.
Balaam fue un hombre que hablaba de Dios, profetizaba y se cumplía, veía la
obra de Dios, pero fue alguien que nunca renunció a sus propios deseos, a sus
propios intereses, y pasó por encima de lo que fuera para lograr sus objetivos
un hombre que se negó a morir a sí mismo
La pregunta importante aquí es ¿Qué
es aquello que te niegas de renunciar? ¿Qué es aquello que Dios ya te ha hablado,
pero te niegas a aceptar? Y has dado muchas vueltas, has argumentado y pese ha
todo te resistes porque simplemente te niegas a aceptar la voluntad de Dios.
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