La voluntad de Dios escrita en su guion
Una de las más grandes luchas en la vida cristiana es el tema de vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Muchos cristianos viven abrumados por la gran cantidad de decisiones que tienen que tomar y el miedo a equivocarse y no cumplir la voluntad de Dios. Es entonces que nos hacemos la siguiente pregunta ¿por qué se nos hace tan difícil conocer su voluntad? pero sobre todo ¿Por qué se nos hace tan difícil cumplir su voluntad? Estas dos preguntas se pueden responder primero cuando procuramos tener una comunión con Dios más profunda y lo conocemos mejor.
La oración de Jesús fue:
Y esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado. Juan 17.3
Nuestro desconocimiento muchas
veces es la clave de que todo para nosotros sea un revoltijo sin pie ni cabeza,
eso nos hace estar tan desorientados que llegamos a pensar que Dios no es claro
con nosotros. Creo también que gran parte del problema es que muchas veces se
hostigó a los cristianos a saber la voluntad de Dios para todo lo que hacían y
para lo cual muchas veces Dios no va responder por algo que es nuestro deber
personal y para lo que nos dio una capacidad de razonar y decidir.
Por otro lado, el problema tal
vez no es que no sepamos cual es la voluntad de Dios, sino que esa voluntad no
nos resulta agradable de tal manera que nos negamos a aceptar que Dios quiera
hacer algo así en nuestra vida, por lo que terminamos buscando la voluntad de
Dios que se acomode a nosotros.
Sin embargo, la voluntad de Dios
no debe ser un misterio para nosotros, Dios no está jugando a las escondidas
con nosotros y su voluntad. Esto lo entendemos cuando conocemos mejor a Dios y
su palabra cuando conocemos el guionista y el guion.
Veamos a continuación algunas
verdades sobre la voluntad de Dios y como debemos procesarla en nuestra vida.
Debemos continuar aun cuando no
entendemos
—Ahora no entiendes lo que estoy
haciendo —le respondió Jesús—, pero lo entenderás más tarde. Juan 13.7 NVI
A veces lo que necesitamos es
solamente dejarnos llevar, a veces simplemente sin saberlo estás haciendo
exactamente lo que tienes que hacer. No hay misterios, no hay nada que
descifrar, simplemente es algo que no está a nuestro alcance de comprensión.
Muchas veces nos preguntamos ¿por
qué? y el desconocimiento de las cosas nos incomoda, nos gusta tener el control
y saber todo, pero resulta que no es posible, pero el Señor Jesús nos muestra
su amor y espera que no entremos en una confrontación con una lucha en la que
no llegaremos a ningún lado.
Debemos entender que no podemos entenderlo
ni saberlo todo, aún profetas de la talla de Eliseo desconocían muchas cosas.
Pero luego fue a la montaña y se
abrazó a los pies del hombre de Dios. Guiezi se acercó con el propósito de
apartarla, pero el hombre de Dios intervino: —¡Déjala! Está muy angustiada, y
el Señor me ha ocultado lo que pasa; no me ha dicho nada. 2 reyes
4.27 NVI
No siempre sabremos las cosas, no
siempre el Señor nos dirá lo que está pasando, como pastor puedo decirle a
alguien ponte a orar para que Dios te muestre, pero existe esa posibilidad en
la que no sucederá nada, por lo que a veces simplemente se le puede decir mantén
firme la fe, no desmayes, no renuncies, sigue adelante, confía que estás
haciendo lo correcto, la clave está en la fidelidad que has dado al Señor.
Jesús entiende a Pedro y sabe que
en él no está la capacidad de comprender, pero le da la esperanza de que lo
podrá entender después. ¿Le ha sucedido esto alguna vez que entendió algo
después de que ya pasó? A mí me ha sucedido, muchas veces me he preguntado
sobre ciertas circunstancias, hasta que llega el tiempo y entiendo por qué pasaros
las cosas así. Tal vez hoy no necesitas luchar, o abrumarte, solamente tienes
que seguir con el plan, aunque no lo entiendas, porque lo entenderás después.
Guarda en tu corazón lo que Dios
ha dicho
En la biblia encontramos en varias
partes la expresión guardar la palabra, creo que muchas veces también esto nos
ha hecho falta, nos pasa como los hijos de Israel pronto nos olvidamos de las
promesas de Dios y renegamos de su amor y cuidado. Pero esto no sería así si aprendiéramos
a guardar su palabra, Dios ordenó a su pueblo a guardar su palabra Dt 12.28;
Saúl fracasó por no guardar la palabra 1 Cr. 10.13; Job guardó su palabra Job
23.12; El joven limpia su camino al guardar su palabra Sal 119.9; hay una bienaventuranza
para quienes guardan la palabra Lc 11.28; Los que aman a Jesús guardan su
palabra Juan 14.23; y así seguiríamos con la lista.
Cuando guardamos la palabra está
nos será útil para el tiempo preciso, todo el tiempo lo hemos escuchado pero
pocas veces lo hemos puesto en práctica. ¿Cuántas palabras has escuchado en el trascurso
de tu vida cristiana? ¿Cómo te han servido esas palabras en los momentos difíciles?
A veces no es que no hayamos tenido una buena palabra, sino que no la hemos
guardado, muchas personas buscan lo que llaman una buena palabra y por supuesto
no hay nada de malo en eso, pero su problema es que no la guardan para el
tiempo difícil y cuando este llega entonces no tienen la fortaleza para enfrentarlo.
Me llama la atención de personas
como María que cuando escuchó lo que los pastores decían sobre Jesús, creo que
eso la preparó mentalmente para soportar ver a su santo hijo terminar crucificado
como un malhechor.
María, por su parte, guardaba
todas estas cosas, meditándolas en lo íntimo de su corazón. Lucas 2.19 BLP
Si no guardamos la palabra llegará
el momento en el que no sabremos como enfrentar aquello para lo que ya debíamos
estar preparados y que Dios ya lo había dicho, muchos cristianos se quejan de
las aflicciones del mundo, pero eso ya estaba escrito, se quejan del rechazo
que reciben por haber tomado el camino de Dios, pero eso ya estaba escrito.
“Oíd esto, casa de Jacob, que os
llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que
juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, mas no en
verdad ni en justicia; 2 porque de la santa ciudad se nombran, y en
el Dios de Israel confían; su nombre es Jehová de los ejércitos. 3 lo
que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y
fue realidad.” Isaías 48:1-3
Es en esta parte cuando Dios nos
dice: ¡te lo dije! pero nosotros lo habíamos olvidado, tal vez estamos luchando
por algo que está sucediendo pero que Dios ya lo había dicho y lo hemos
olvidado.
Personalmente tengo palabras que
Dios me ha hablado, esas palabras muchas veces me levantan el ánimo para no claudicar
porque lo que está pasando ya antes él me lo había dicho, y de su boca había salido;
lo publicó, lo hizo pronto y ha sido realidad.
Acepta lo que está escrito de ti.
Por eso dije: “Aquí me tienes
—como el libro dice de mí—. He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad”» hebreos
10.7
Este es un versículo profundo y
hermoso, es un salmo mesiánico que habla sobre el sacrificio de Jesús, y
podemos ver como voluntariamente se ofrece a cumplir lo que ya estaba en el
guion de Dios tal como el libro decía de él.
A veces lo que necesitamos hacer
es aceptar la voluntad de Dios tal como estaba escrita, no siempre nos gustará
lo que Dios está haciendo o a donde nos está llevando, pero muchas veces ese es
el camino, esa es la razón por la que estamos aquí en la tierra ese es nuestro
propósito, simplemente debemos ser valientes y cumplir la misión, nos toca abrir
las puertas del palacio aunque no hemos sido llamados como Ester pues estaba
escrito en el guion que para esa hora habíamos llegado (Ester 4.14), nos toca
como dirigirnos al lugar en el que sabemos que las cosas no serán fáciles, pues
para eso nos ha llamado como Pablo (hechos 23.31), o como Jonás que anunció la
destrucción de Nínive aun sabiendo que en el guion de Dios todo cambiaría si se
arrepentían (Jonás 4.2).
Cada uno de ellos tenía que ir a
donde no era muy cómodo o esperanzador, pero era lo que tenían que hacer. a
veces nos negamos a hacer lo que Dios quiere que hagamos, solo porque no nos gusta
o porque nuestras expectativas eran otras, sin embargo, eso es lo que debemos
hacer, y si lo hacemos la voluntad de Dios será cumplida y habrá resultados que
nosotros no imaginamos que puedan haber.
Pues así, también vosotros,
cuando hayáis hecho todo lo que Dios os ha mandado, decid: “Somos siervos
inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer”. Lucas 17.10 BLP
Como dijo el comentarista Mathew Henry:
“No quiere decir con esto el Señor que seamos sin provecho o que no sirvamos
para nada, sino que, por mucho que hagamos, no le damos a Dios más de lo que
tiene, ni más de lo que Él mismo nos ha dado, ni más de lo que estamos
obligados a darle; en otras palabras, que nunca podemos hacer a Dios deudor
nuestro”
Tal como la letra de la canción del payaso de Marcos Vidal
"Sería un miserable
Sería yo el culpable
Si no cumpliese, la misión que recibí"
Porque, aunque fui un fracaso, soy
De profesión payaso
No me juzgues mal
Dios me hizo así
¿Qué estamos haciendo en la
tierra sino vivir para cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas? nuestra
vida seríamos un verdadero fracaso si no cumplimos la misión que Dios nos ha
dado, Como dijo el apóstol Pablo
Sin embargo, cuando predico el
evangelio, no tengo de qué enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de
hacerlo. ¡Ay de mí si no predico el evangelio! 1 corintios 9.16
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