Acostumbrado al sufrimiento
¿A
qué se dedicó Jesús durante su ministerio en la tierra? Lo que más resalta a
simple vista fue que hacía milagros de sanidad, como hacer que los ciegos
vieran, los paralíticos caminaran y los mudos hablaran, entre otros milagros. Pero
Jesús hizo más que eso, creo que su tarea de sanidad no estaba limitada a los
cuerpos físicos, Jesús sanó más que cuerpos él sanó corazones. Claro que un milagro
físico era más llamativo y noticioso que un milagro del alma, pero sin duda
aquellas personas cuyas almas fueron sanadas vivieron la experiencia más
gloriosa de sus vidas.
El
Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones
heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros.
Isaías 61.1 NVI
En una ocasión Jesús leyó esta porción de
Isaías mientras se había presentado en una sinagoga. Esta cita claramente nos
indica que una de las tareas del Mesías era la de sanar corazones heridos. Esta
obra mesiánica no se limitó al tiempo en el que Jesús caminó en la tierra, sino
que se consumó cuando finalmente llegó a la cruz.
Él
fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas
fuimos sanados. Isaías 53.5
Es
importante saber que Jesús hoy sigue sanando corazones heridos, pero no solo lo
hace porque es Dios y tiene el poder para hacerlo, lo hace porque nos comprende,
porque él mismo lo vivió, Jesús entiende a los rechazados porque él fue
rechazado, si alguien sabe de rechazo es Jesús. Así que hoy podemos aprender del
más grande experto en rechazo, del Señor quien fue experimentado en quebranto.
Veamos ¿qué es lo que Jesús nos enseña en su experiencia?
Sigue
avanzando, aunque no todos aprecien lo que haces.
¿Quién
ha creído a nuestro mensaje y a quién se le ha revelado el poder del Señor?
Isaías 53.1 NVI
Este
texto nos recuerda que fueron pocos los que aceptaron el mensaje de Jesús
comparados con las grandes multitudes que lo siguieron. No porque era Jesús sus
palabras fueron muy bien recibidas, pero eso no lo detuvo de anunciar el
mensaje del evangelio.
Si
hay algo muy difícil con lo que tenemos que lidiar es el rechazo, tenemos un
deseo interno por ser valorados, amados y aceptados. Continuamente estamos en búsqueda
de estas cosas, pero no siempre esto es así, pues en algún momento todos nos enfrentamos
al rechazo. El rechazo hace que se nos dificulte nuestro caminar en el mundo,
hace que avanzar sea más pesado y frustrante. Es cuando nos preguntamos ¿Para
qué? ¿A alguien le importará?
El
rechazo muchas veces va dirigido hacia lo que hacemos, es muy doloroso para alguien
que critiquen su trabajo, esto independientemente de las opiniones que nos
hacen crecer, así que es difícil para alguien que produce algún tipo de arte
que lo menosprecien por eso, como un cantante escuchar que alguien diga que
canta feo, alguien que se dedica a la decoración escuchar que a las personas no
les gusta. Esto puede ser muy difícil, recuerdo que en mis inicios algunas personas
dijeron que no les gustaba cuando yo predicaba, no soy experto y seguramente en
aquel tiempo me faltaba mucho que aprender, solo resalto el hecho de lo difícil
que es escuchar este tipo de comentarios.
Imagínese
lo difícil que fue para Saul cuando fue elegido como rey escuchar estas palabras.
Pero
no faltaron malas lenguas, que dijeron: «¿Y éste es el que va a salvarnos?» Y
lo menospreciaron y no le rindieron honores; pero Saúl se hizo el desentendido.
1 Samuel 10.27 DHH
Ahora
pensemos por un momento las muchas veces que cuestionaron las palabras de Jesús.
Las muchas veces que estaban presentes solo para escuchar que dijera algo de lo
que podrían acusarlo. Sin embargo, nunca calló, Jesús habló como quien tenía
autoridad, los cuestionamientos no lo detuvieron. ¿Has sentido que rechazan lo
que haces? ¿Qué menosprecian tu trabajo? ¿Sientes que quisieras tirar la
toalla? Asegúrate primeramente que no sea por lo que otros han dicho sobre lo
que haces, corrige esos sentimientos y sigue adelante, a Jesús no lo detuvo la actitud
de rechazo que hicieron sobre su trabajo.
No
necesitas de cosas superficiales para ser aceptado.
Creció
en su presencia como vástago tierno, como raíz de tierra seca. No había en él
belleza ni majestad alguna; su aspecto no era atractivo y nada en su apariencia
lo hacía deseable Isaías 53.2 NVI
La
necesidad de aceptación y aprobación presiona a las personas a querer verse
bien delante de ellos, el problema lo acrecienta el uso de las redes sociales, muchas
cosas en internet son alteradas o exageradas para tener mayor aceptación,
algunas cosas de hecho son inventadas para ganar aprobación. Así que es difícil
que las personas no se sientan influenciadas por las redes.
Sin
embargo, Jesús nos demostró que no teníamos que esforzarnos en nuestra apariencia
para conquistar el mundo, la biblia describe cómo fue su vida sin lujos, sin
ostentaciones, pudiendo nacer en un palacio lo hizo en el pesebre, pudiendo
nacer en la realeza lo hizo en una pequeña familia, como una raíz en tierra
seca. Además, contrario a muchos personajes de la biblia que se describen de
hermosa apariencia, Jesús no lo fue, no era atractivo, no había nada en él
interesante o llamativo, era un judío más entre la multitud, era un hombre
promedio, no atraía miradas, era confundible con sus discípulos tanto que lo
tuvieron que delatar con un beso. ¿Te has sentido alguna vez rechazado por tu
aspecto? ¿has intentado hacer algo en tu apariencia para que las personas te acepten?
Es una tarea cansada porque nunca terminaras de agradar a la gente. Y Jesús no
estaba en este mundo para agradar a las personas al igual que Pablo.
Yo
no ando buscando que la gente apruebe lo que digo. Ni ando buscando quedar bien
con nadie. Si así lo hiciera, ya no sería yo un servidor de Cristo. ¡Para mí,
lo importante es que Dios me apruebe! Gálatas 1.10 TLA
Ama
a todos aun cuando ellos te rechacen
Los hombres lo despreciaban y lo rechazaban. Era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento. Como a alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no lo tuvimos en cuenta. Isaías 53.3 DHH
Otra
versión dice: Experimentado en quebranto, Jesús vivió el rechazo en todo su
esplendor, al grado de ser asesinado solo por envidia. Juan lo describió muy
bien cuando dijo que los suyos no le recibieron, sus parientes dijeron que
estaba fuera de sí, algunos dijeron que tenía demonio y estaba loco.
Jesús
fue rechazado de modo como cuando esconden el rostro de alguien. ¿Ha notado
cuando alguien finge que no lo vio? Esta parte también se refiere al tiempo del
proceso de crucifixión, así que un comentarista dice que este tipo de rechazo no
era solo por el aspecto sino porque la gente de verdad creía que se merecía el
sufrimiento que estaba recibiendo por ser pecador, así que no eran conmovidos a
socorrerle, lo increíble es que muchos de ellos lo siguieron cuando hacia milagros,
Jesús se había humillado tanto a sí mismo que las personas realmente no veían su
inocencia en su proceso de cruz.
Isaías
describe que no lo tuvimos en cuenta, ¿Cómo se puede morir por aquellos a los
que en ese momento no les importas? ¿Dónde estaba el gran mensaje de amor que
tanto había anunciado?
Sin
embargo, el mismo Isaías dice de él:
Y
después de tanto sufrimiento comprenderá por qué fue necesaria su obediencia y
su intercesión. Porque fue mediante su sufrimiento y por haber llevado sobre sí
el pecado de muchos que mi siervo hará que ellos sean declarados inocentes y
aceptados por Dios. Por lo tanto, yo le daré como premio toda la honra y todo
poder. Isaías 53.11 NBV
Al
final Jesús triunfó, su amor por nosotros fue más grande que nuestro rechazo hacia
él. Al final el rechazo no logro detenerlo, el rechazo puede ser el peor enemigo
en la vida de los hombres. Piensa en lo que podrías lograr si no te importara
lo que los demás digan de ti, si no te importara agradar a los demás con tu
apariencia, si el rechazo de los otros no te afectara.
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