No dejes de soñar


No dejes de soñar

El día de hoy terminamos nuestra serie TODO ES NUEVO, creemos que para poder conquistar un año debemos renovarnos, no podemos pues sin duda el año anterior nos provocó un gran desgaste, pero mientras algunas cosas tenemos que renovarlas como las fuerzas y el amor a Dios otras tenemos que retomarlas como los pactos y los sueños, algunas cosas requieren renovación porque sufren desgaste, pero otras requieren ser retomadas porque son permanentes e inquebrantables. Cuando se trata de nosotros tenemos que renovar, cuando se trata de Dios tenemos que retomar.

Tal es el caso de los sueños de Dios sobre nuestras vidas. Todos tenemos sueños personales que quisiéramos alcanzar, esos sueños pueden cambiar conforme avanzamos en nuestra vida, cuando éramos pequeños teníamos sueños que ahora los hemos cambiado por otros que por nuestra madurez consideramos mejores. Pero los sueños de Dios son más importantes que mis propios sueños, Dios puede bendecirme para que yo alcance ciertos sueños personales, pero Dios no promete que bendecirá lo que se me ocurra, Dios tiene mejores planes para mí

Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el Señor, “planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29.11 NBLA

Es por eso que es importante retomar sueños que hemos abandonado, pero mucho más importante retomar los sueños de Dios que hemos olvidado. ¿Conoces el sueño de Dios para tu vida? Es aquel en el que puedes ver lo que Dios quiere hacer a través de ti. Dios quiere hacer algo a través de tu vida. Eso va más allá de logros y metas personales.

Cuando ignoramos el sueño de Dios perdemos nuestra identidad, muchas personas viven en este mundo sin saber qué, sin tener idea de adónde, incluso sin estar seguros de quienes son, los sueños de Dios nos definen y nos dan un propósito en la vida, incluso la biblia nos muestra que Dios le dio propósito a hombres no creyentes a través de los sueños que les dio.

» El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. Pero, si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad! Mateo 6.22-23

La visión que tienes define la persona que eres. ¿Qué clase de sueño tienes?  Tu sueño es grande o pequeño, tu sueño es bueno o malo, tu sueño es egoísta o generoso. Tu sueño dice el tipo de persona que eres.

Así que el día de hoy hablaremos sobre lo importante que es no dejar de soñar.

No mueras con tus sueños

Debido a muchas circunstancias muchas han perdido su capacidad de soñar, uno de los primeros adversarios de tus sueños son la mala crítica y el rechazo, como dijimos la semana pasada si quieres crecer debes formar un carácter fuerte porque todo tipo en el crecimiento te enfrentarás a todo tipo de malas actitudes.

Pero el rechazo no es el único enemigo de nuestros sueños, los sueños pueden desvanecerse poco a poco por causa de la depresión. La biblia nos habla del tiempo en el que el pueblo de Israel dejó de Soñar a causa de la esclavitud.

Sentados junto a los ríos de Babilonia, llorábamos al acordarnos de Sion. En los álamos que hay en la ciudad colgábamos nuestras arpas. Salmo 137.1 DHH

Este era un tiempo difícil para el pueblo de Dios, Cuando la gente deja de soñar se sienta se vuelve inactiva, se deprime llorando, vive añorando el pasado dejando de soñar el futuro y cuelga sus instrumentos de adoración pierde el deseo de cantar y alabar.

«La muerte no es la pérdida más grande que existe. La pérdida más grande es aquello que muere dentro de nosotros mientras estamos vivos». —Norman Cousins

Cuando dejas de soñar comienzas a morir

Sin visión profética el pueblo perecerá; más el que guarda la ley es bienaventurado. Proverbios 29.18

Sin visión, sin sueños, el pueblo perece. Los sueños mantienen vivas y emocionadas a las personas por el futuro, Los sueños de Dios te dan vida.  El sueño de Dios te mantiene vivo.

Cautivos del cuándo y entonces 

Cuando el Señor hizo volver a Sion a los cautivos, nos parecía estar soñando.

Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion, Éramos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenó de risa, Y nuestra lengua de gritos de alegría; Entonces dijeron entre las naciones: «Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos».  Salmo 126.1-2 NBLA

Este salmo tiene dos formas de leerse en las diferentes versiones, en unas el lenguaje está en pasado y en otras en futuro, pero lo cierto es que nos muestra lo triste que es el pensamiento de algunas personas cautivas que viven del pensamiento del cuándo y entonces. El pueblo vivía la esclavitud del pueblo babilonio eso no les permitía soñar verdaderamente, ellos esperaban ser libres para soñar en lugar de confiar en las promesas de Dios.

Lamentablemente mucha gente está viviendo como el pueblo cautivo de Israel, viven esperando el cuándo de su vida, cuando me case, cuando tenga un hijo, cuando me gradúe, cuando mis hijos crezcan, cuando consiga un trabajo, cuando me retire, cuando me compre un carro, etc., sin embargo, todas esas cosas llegan y el entonces no ocurre. ¿Cuántas personas conoce que alcanzan todo eso y no son felices? Incluso algunas lo llegan a expresar, diciendo: tengo todas estas cosas y no logro ser feliz.

Los sucesos traen alegría momentánea, podemos pasar por buenos momentos, pero su efecto en nosotros puede ser temporal. Al poco tiempo las personas siguen viviendo la misma vida, porque creemos que los sucesos pueden cambiar nuestra vida, pero no se trata de sucesos sino de carácter, es por eso que Dios está más interesado en formarnos que en resolvernos nuestros problemas, porque, aunque las cosas cambien de nada servirá si so hemos sino nosotros los que hemos cambiado.  

Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion, Éramos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenó de risa, Y nuestra lengua de gritos de alegría; Entonces dijeron entre las naciones: «Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos».  Salmo 126.1-2 NBLA

¿Cuándo fue la última vez que reíste de verdad?  No esperes el cuándo para reír, no esperes el cuándo para soñar, no esperes el cuándo para gritar de alegría. Hoy es tiempo para reír confiando en la promesa de Dios, hoy es tiempo para que tu boca se llene de alabanza. Hoy es tiempo para volver a soñar. No esperes el cuándo para que tu vida tenga sentido y propósito.

Siembra para tus sueños

Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría. Lloran al ir sembrando sus semillas, pero regresan cantando cuando traen la cosecha. Salmo 126.5-6

Las personas viven esperando el cuándo, pero lo que realmente necesitamos es recordar la ley de la siembra y la cosecha. La clave es sembrar en nuestros sueños. Deja de esperar que uno de estos días algo ocurra, deja de esperar el cuándo para soñar y comienza a sembrar para tu sueño. Al igual que Isaac no esperes a que las cosas mejoren para ser feliz, siembra en el tiempo crítico para cosechar, aun en medio de la crisis.

No es suficiente con tener sueños, necesitas sembrar en ellos. Más cuando se trata del sueño de Dios para nuestra vida, pero es importante que recordemos que la ley de la siembra y cosecha requiere paciencia, basta con recordar a José el soñador y el tiempo que tuvo que esperar para que se cumpliera.

Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. Gálatas 6.9 DHH

No solo debemos quitarnos de la mente el pensamiento del cuándo y entonces sino también el pensamiento del golpe de suerte, las personas viven esperando que ocurran cosas de la nada, quieren que los errores ocasionados con el paso de los años, las crisis y desordenes se solucionen de un momento a otro, no podemos esperar que todos se resuelvan de forma instantánea.

La ley de la siembra y cosecha nos recuerda que aquello que deseamos debemos sembrarlo primero, las personas quieren verse con un mejor cuerpo a fin de año, las personas quieren verse con dinero, quieren verse con una mejor familia, todo eso viene sembrando eso que precisamente quieren.

La biblia dice: “Los que sembraron con lágrimas” el llanto no debe ser obstáculo para comenzar a sembrar, la depresión no debe ser obstáculo para visualizar el futuro, los pesares del presente no deben detenerte, comienza hoy a sembrar. No mueras con tus sueños, deja de estar cautivo del cuándo y el entonces y siembra en tus sueños.

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