El asombro es una impresión en el ánimo
que algo o alguien causa en una persona, especialmente por alguna cualidad
extraordinaria o inesperada. Si hay emociones que rara vez sentimos, una de
ellas es el asombro, podemos en un día normal sentir amor por nuestra familia,
tristeza o pena por alguna situación que nos ocurre, y también enojo por otras
cosas, sin embargo, a veces olvidamos el poder del asombro. El asombro es tan
poderoso que puede opacar todas las demás emociones, un momento de enojo o de
tristeza puede desaparecer con una inesperada noticia, que te llena de asombro
porque es inesperada y extraordinaria. El asombro es tan poderoso porque por un
momento revoluciona tu entorno, te muestra que los milagros existen, que todo
es posible, que las cosas pueden cambiar.
Durante estos días difíciles creo somos
muchos los que le estamos pidiendo a Dios un milagro. Los milagros son la
fuente del asombro, toda la biblia está llena de gente que se asombraba por las
obras de Dios, y uno de mis pasajes favoritos sobre esto es cuando Jesús
levanta a un paralitico.
24 Así que les demostraré que el Hijo
del Hombre[d]
tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados». Entonces Jesús
miró al paralítico y dijo: «¡Ponte
de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!».
Al instante, delante de todos, el hombre se levantó de un
salto, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. 26 el asombro se apoderó de todos, y quedaron pasmados. Y alababan
a Dios exclamando: «¡Hoy hemos visto cosas maravillosas!».
Lucas 5:24-26
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1.- Ascenso
que asombra.
Así que les demostraré que el Hijo del Hombre[d]
tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados». Entonces Jesús
miró al paralítico y dijo: «¡Ponte
de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!». Lucas 5:24.
Una de las cosas que más asombro
causan a las personas son las vidas cambiadas, una persona que deja de ser “la
persona que toda la vida ha sido” es siempre la fuente del asombro para muchos,
como cuando en las películas comenzamos viendo un personaje desaliñado y
sabemos que en algún punto va a tener un gran cambio, todos estamos ansiosos
esperando ese momento para sorprendernos. De esa misma forma las personas se
asombran cuando alguien cambia su vida, cuando cambia su alimentación, cuando
comienza a trabajar en su cuerpo ejercitándose, cuando deja de hacer algo que
toda la vida cargó como una adicción.
Sin embargo, subir nunca es
sencillo, ascender no es fácil, cambiar tu vida nunca es fácil, pero Dios
quiere que sepas, que ese es uno de sus objetivos en tu vida, el no planea
dejarte toda la vida de la misma forma. Él es experto en cambiar vidas desde
siempre.
La gracia ya la
tenemos desde el principio, pero es nuestra decisión tomarla o no. Después de
hacer el milagro en nosotros, Dios nos envía a nuestra casa. Si Dios hace un
milagro para ti durante esta pandemia cuando está termine Dios quiere que vayas
a tu casa, a su iglesia. Mientras tanto debemos estar en nuestras casas, pero
que no se nos olvide que hay una casa más grande para todos, y ahí es a donde
debemos regresar.
2.- Asombro
que pasma.
Al instante, delante de todos, el hombre se levantó de un
salto, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. 26 el asombro se apoderó de todos, y quedaron pasmados.
Lucas 5:25
Hay que notar lo importante que es el hecho de que Jesús envía a
su casa al hombre después de hacer el milagro.
Lo que Dios quiere es que vayamos con nuestra familia, que volvamos a casa, a
nuestra iglesia, Si Dios hace un milagro para ti durante esta pandemia cuando
está termine Dios quiere que regreses a casa y cuentes de todo lo que ha
ocurrido. Mientras esperamos a que podamos hacer eso, no hay que dejar de
sorprender a todos a nuestro alrededor.
Una de las cosas
que más indignación crea es la forma en que los religiosos se enfadan en la
forma en la que Jesús perdona los pecados, hay una canción de Ebenezer Honduras
dirigida por su reciente fallecida Pastora Ninoska, en esta canción uno de los
versos dice “mira Dios lo que dicen de ti, que ya no haces milagros” Y
ciertamente siempre habrá gente a nuestro alrededor que va a dudar de la
capacidad de Dios y de nosotros mismos para levantarnos, pero Dios sigue siendo
el mismo desde el principio y hasta el final, y su poder es tan grande como
siempre todos los días.
Dios no planea dejarnos en vergüenza
delante de nuestros angustiadores, él está ordenando que nos levantemos, todos
los días lo hace, pero es al final decisión de nosotros si vamos a hacerlo o
no. Para recibir el milagro de Dios es nuestra vida debemos ser obedientes,
Jesús le dijo al paralítico que se levantara, pero si él no lo hacía nada iba a
ocurrir.
2.- Gloria
a Dios.
Y alababan a Dios exclamando: «¡Hoy hemos visto cosas
maravillosas!».
Lucas 5:24-26
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Los milagros son para la gloria de
Dios, el asombro que estos causan también es para la gloria de Dios. Si Dios
cambia tu vida, que esa sea fuente de inspiración para las demás personas, deja
que Dios se glorifique a través de tu vida. El asombro puede inundarte, el
asombro puede cambiar tu vida y tu entorno, Dios puede hacer todo eso, pero
debemos regresar a él.
He aquí que yo hago cosa nueva;
pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto,
y ríos en la soledad. Isaías 43:19
Me encanta esta cita, el asombro nace de las cosas extraordinarias o
inesperadas, de las cosas nuevas, las cosas que cambian el mundo, y Dios hace
todas estas cosas cada mañana, por lo tanto, cada mañana es una razón para
sorprenderse, para avanzar, para cambiar, para ser una mejor persona. La gloria
de Dios puede ser tranquila, pero casi siempre es ruidosa, es retumbante, la
gloria de Dios es cambiante, por eso la gloria de esta casa siempre será
mayor que la primera vez, la gloria de Dios es un viento recio, es fuego sobre
nuestras cabezas, la gloria de Dios hace ruido cuando está presente, ya sea
entre lágrimas o entre risas. Dios cambia nuestro mundo silencioso y lo llena
de sonido.
Hay una reflexión que me gusta, dice
que, en medio del bosque, aun cuando no haya nadie presente, si un fruto cae de
un árbol este ocasionará un ruido al caer en el suelo, y aunque no haya nadie
ahí que lo escuche se va a oír sí o sí, y Dios lo oirá, aun cuando nos sintamos
solos, o creamos que no tenemos a nadie, Dios no necesita todo público para
glorificarse, Dios no necesita toda una habitación llena de gente para hacer
ruido con su gloria, Dios muchas veces solo necesita nuestro corazón vacío y
solo para abrir un rio, para hacer ruido, para demostrar que no estamos solos
en esto, para demostrar que él tiene el poder, para glorificarse en nuestra
vida.
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