Recuperando el tiempo perdido

os restituiré los años que comio
El tiempo es una de las cosas más valiosas que tenemos, tiene mucho más valor que el dinero mismo. A las personas no les gusta perder tiempo en filas, bloqueos carreteros, esperando personas con retraso,  paga autopistas no solamente por comodidad sino también por ahorrar tiempo, Una persona desahuciada daría lo que fuera por un poco de tiempo más con su familia más que por sanar. Se molestan cuando ven una película y el final fue una completa decepción, y lo primero que piensan es el tiempo perdido.
Cuando se les invita a una iglesia, algunos piensan que es un tiempo perdido, no le encuentran valor a asistir a una iglesia, piensan que en ese momento pueden hacer algo mucho más “productivo”  sin saber que cuando conocemos a Dios, Él es la clave no sólo para aprovechar el tiempo sino para incluso recuperar años perdidos de nuestra vida.
Nadie está más interesado de nuestro tiempo que Dios, Él nos formó con un propósito, así que espera que cada segundo en la tierra sea útil.

Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Efesios 5.16


El pecado se está llevando nuestros mejores años

En una ocasión el pueblo de Dios fue atacado por una gran plaga de langostas, las plagas de langostas eran realmente devastadoras se dice que comían todo lo que encontraban a su paso, hasta los cabos de las hachas. Eran tantas las langostas que podían oscurecer el cielo.

Será un día de gran oscuridad, un día de nubes y de sombras. »Un ejército grande y poderoso se extenderá sobre los montes, y caerá sobre toda la tierra como las sombras al anochecer. No hubo antes, ni habrá después, otro ejército que se le parezca. Joel 2.2 TLA

Esto dejaba al pueblo en completa ruina, podemos imaginarnos el dolor de perder no sólo lo que tenían sino de lo que estaban esperando, todo su esfuerzo, sus jornadas de trabajo, su inversión en el campo lo que habían almacenado, todos esos años perdidos.

La realidad también era  que esto había sucedido porque el pueblo se había olvidado de Dios, habían pecado y habían abierto la puerta para que el mal los destruyera.  Y por eso les hacia un llamado a arrepentirse de sus pecados y volverse a Dios.

Ahora reflexionemos un poco en nuestras vidas, ¿Cuántos años hemos pasado? Años en los que debemos ser honestos, hicimos cosas que no agradaban a Dios, cuantos años perdidos en el pecado que pudimos haber disfrutado con nuestras familias, años en el alcohol mientras los hijos crecían. Muchas personas se lamentan cuando miran hacia atrás y ven como sus mejores años se fueron en nada, conductas improductivas que les hacen pensar que “los días ahora fueran mejores si ellos hubieran aprovechado mejor el tiempo”.

El arrepentimiento puede darle un giro a nuestros años


12 
El SEÑOR llama a su pueblo: «Vengan ahora y cambien su vida, y regresen a mí de todo corazón. Háganlo con ayuno, llanto y lamentos.  En lugar de rasgarse las vestiduras,   rasguen su corazón». Cambien su vida  y vuelvan al SEÑOR su Dios, compasivo y misericordioso,  que no se enoja con facilidad, que está lleno de fiel amor   y dispuesto a dar indulto. 14 ¿Quién sabe? Tal vez Dios reflexione,    cambie su decisión de castigarlos  y los bendiga con cereales y vino
para que puedan ofrecerle ofrendas  al SEÑOR su Dios. Joel 2.12-14 PDT

Dios nos enseña que la forma en que podemos detener esto es a través del arrepentimiento, si nos volvemos a Dios esos años que desperdiciamos podemos recuperarlos, en la Biblia encontramos en varias ocasiones como el arrepentimiento era clave para el cambio en la vida de las personas.

¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él
Joel 2.14 RV60

Me gusta leer como dice esta versión, “deje tras de sí” el arrepentimiento hace que Dios vuelva su rostro a su pueblo, llama la atención de Dios, cuando el pueblo entra en clamor Dios no puede ignorar las voces, la humillación le dice a Dios míranos”  y cuando Dios visita a su pueblo su sólo paso entre ellos va dejando una bendición, Él no puede estar en un lugar sin que ese lugar sea bendecido. Como cuando la casa de Obed Edom fue bendecida sólo por guardar el arca del pacto. La sola presencia de Dios cambia un lugar.

… esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios? RV60

Ahora note que lo que el pueblo consideraba bendición. No esperaban una bendición para ellos ya no estar sufriendo, sino esperaban bendición para poder dar al Señor, su crisis estaba reflejada no solamente en la escases sino cuando no podían dar ofrendas al Señor, eso los hacía sentirse acabados. Existe una conexión entre nuestra prosperidad económica y nuestro ofrenda al Señor.

Desapareció de la casa de Jehová la ofrenda y la libación; los sacerdotes ministros de Jehová están de duelo. Joel 1.9

»Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.11 Exterminaré a la langosta, para que no arruine sus cultivos y las vides en los campos no pierdan su fruto —dice el Señor Todopoderoso—. Malaquías 3.10-11


Dios puede restituirnos los años  perdidos.

Responderá Jehová, y dirá a su pueblo… Joel 2.19

El pueblo que se vuelve a Dios debe descansar en la promesa de que Él responderá. No puedes humillarte sinceramente sin tener respuesta de parte del Señor.

Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. Joel 2.25

El problema es que muchas veces fuimos consumidos como dice Joel a través de un proceso que no detectamos a tiempo, lo que dejó la oruga lo comió el saltón, lo que dejo el saltón lo comió el revoltón y lo que dejo el revoltón lo comió la langosta, (esto es el proceso de crecimiento de la langosta) a veces en nuestras vidas hay pequeños detalles que nos están consumiendo pero los vemos insignificantes, cuando los insectos son muy pequeños para considerarlos amenaza, pero poco a poco van evolucionando hasta que consumen todo lo que somos. Es como las adicciones comienzan como pequeños tiempos de “diversión” insignificantes pero poco a poco se convierten en hábitos destructivos e imparables.

Sin embargo el Señor promete devolver todos esos años perdidos, así como la devastación fue extrema así de extraordinaria será la recuperación, Dios no dice que volverán a empezar de cero, dice que todo lo que perdieron les llegaría, es como si la bendición no hubiera sido quitada sino sólo retenida para ser soltada en otro momento.
Es increíble lo que Dios puede hacer, muchas veces él nos da más alegría en un solo año que en muchos años pasados, hay matrimonios que se acercan a Dios y experimentan el amor con más fuerza que cuando se conocieron, algunos otros disfrutan más a sus hijos en este tiempo que cuando nacieron. Dios quiere que recuperemos los años perdidos. 

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