Salmo 1.1 |
Bienaventurado
el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni
en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su
delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto
en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. Salmo 1.1-3
¿Qué es lo que piensa la mayoría
de cristianos cuando se dice testimonio de poder? Por lo regular lo primero que
piensan, es en alguien con una vida desastrosa que fue alcanzado por Cristo y
su vida se transformó. Pero ¿Son en realidad solamente esos los testimonios de
poder? Acaso ¿Debemos pasar por situaciones escandalosas, para poder tener un
testimonio poderoso? ¿Debemos entonces pecar y hacer cosas muy malas para que
Dios nos alcance y entonces tengamos algo que contar? ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el
pecado para que la gracia abunde? 2En ninguna manera. Porque los
que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? Romanos 6.1
Lamentablemente la mayoría de cristianos han
superexaltando los “testimonios de transformación” que inconscientemente han
desvalorado los grandes testimonios que
están ocurriendo dentro de las iglesias. Parece que algunos cristianos prefieren
no luchar por sus hijos para que busque a Dios porque esperan que algo
sorprendente les ocurra y luego puedan testificarlo.
Las iglesias tienen cierta
atracción por los “testimonios de transformación” por lo escandaloso y
llamativo, muchos quieren oír esos testimonios donde se cuentan las historias
de alguien que practicó brujería, o de
alguien que era adicto a las drogas, o fue homosexual, o de alguien que fue asesino etc., quieren escuchar como algunos asesinaron,
violaron, robaron, se drogaron, hicieron conjuros, se prostituyeron, incluso
comieron órganos de otras personas. Son las iglesias quienes por lo regular les
atraen este tipo de historias, a veces olvidando las grandes cosas que Dios
está haciendo entre ellos.
Algunas veces estos testimonios
parecen exaltar más la imagen del predicador, que la del Señor, en algunos casos cuando cuentan sus historias,
pareciera que no les duele mucho el pecado que cometieron, hasta llegan a tener
un tono de alarde al contar como ellos eran los “peores” por no poder decir los mejores pecando, es decir nadie les ganaba en sus acciones,
como si dijeran que eran los mejores drogándose, robando, peleando,
conquistando mujeres, nadie les ganaba.
En a biblia encontramos
testimonios de transformación, como el de Nabucodonosor cuando perdió la cordura en el cual
muchos asientan sus introducciones con la cita, Conviene que yo declare las
señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. Daniel 4.2
También esta el del endemoniado Gadareno, pero vemos como el Señor no lo sobrestimó ni consideró la compañía de
este hombre. “Y el hombre de quien habían
salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le
despidió, diciendo: Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes
cosas ha hecho Dios contigo” Lucas 8.38-39 Quizá hubiera sido de gran ayuda su testimonio para que Jesús pudiera extender mas el evangelio, pero el Señor
simplemente lo envió de vuelta a su casa. ¿Tenían los discípulos de Jesús
grandes testimonios que contar? No la mayoría sólo podía decir que los encontró
pescando, ¿Entonces porque Jesús los escogió? Porque el trabajo principal
dentro de las iglesias es hacer discípulos no predicadores, personas con el
carácter formado y disciplinado, que dejen frutos y resultados permanentes.
En otro caso podemos ver como un leproso que el
Señor sanó, le fue ordenado por Jesús que no contara abiertamente lo que le
había sucedido. “Y así que él
hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 43Entonces
le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 44y le dijo: Mira,
no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu
purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos” Marcos 1.42-44 Es importante notar que la acción del ex-leproso le
cerró las puertas al Señor en la ciudad, Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a
divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la
ciudad. Marcos 1.45 En realidad no ayudó mucho el testimonio del ex-leproso. ¿No
era este otro suceso un gran testimonio? Jesús sabia como dirigirse y guiar a
las personas, y en este caso no era lo ideal publicar el testimonio.
Tristemente en las iglesias cuando alguien tiene una experiencia similar a esta,
inmediatamente lo ponen detrás de un púlpito con una corbata, sin evaluar su
crecimiento madurez, carácter, lamentablemente estos son los que después andan
por las iglesia haciendo cosas indebidas y dañando el cuerpo de Cristo.
¿Qué le parece un testimonio de alguien que estuvo muerto? Seria extraordinario
¿Verdad? Pues tampoco el Señor lo extra-valoró cuando narró la historia del rico
y Lazaro, en la historia vemos como el rico pide a Abraham que Lazaro vuelva a
la vida para que le cuente a su familia sobre ese lugar. “Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi
padre” Lucas 16.27 pero Abraham le
contesta: A Moisés y a los profetas
tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si
alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas
Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán
aunque alguno se levantare de los muertos. (v. 29-31) ¿Por qué no utilizar
esto como un gran testimonio? Porque el Señor espera que la gente crea por
causa de la palabra, bien lo dijo Abraham: “Si
no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se
levantare de los muertos” Muchas veces este tipo de testimonios sólo sirve
para que la gente se burle o blasfeme, pero esto no debe de sorprendernos ya
Abraham lo había dicho.
Es verdad que estos pueden ser
grandes “testimonios de transformación” pero también en la Biblia encontramos
grandes testimonios donde no hubo situaciones extravagantes, donde las personas
fueron testimonios por su calidad de vida.
Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente
sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando
Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Por la fe Enoc
fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y
antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebreos
11. 4-5
Pero tal vez para algunos cristianos estos
testimonios son aburridos porque no cuentan nada interesante, no se sabe mucho
de Abel, sólo que su hermano lo mató, y de Enoc tampoco, su gran testimonio fue
que no murió, pero como todos sabemos, no lo pudo testificar el mismo. ¿Por qué
entonces estos son grandes testimonios? Porque después de que ellos dejaron el
mundo su testimonio habla por ellos.
Eso es un gran testimonio, algo
que trasciende, que va mas allá de estar detrás
un púlpito, es algo permanente, es una vida que impacta al grado que
después de que ya no está en este mundo sus hechos siguen testificando. Eche un
vistazo a la historia de la iglesia y se dará cuenta que la gran mayoría de
quienes fueron pilares en la iglesia fueron personas dedicadas a Dios, con
vidas esforzadas y ejemplares.
Los errores en estos casos
ocurren cuando:
(1) Por
lo regular son neófitos quienes comienzan a tomar púlpitos para testificar
(2) Cuando
las iglesias les estiman como si fueran ellos la principal razón del testimonio,
como a artistas
(3) Cuando
no hay personas presentes que se identifiquen con el testimonio que llevan
(adictos, violadores, brujos, etc.,) o peor aun, no hay un sólo inconverso el
día que ellos testifican, pues sólo es interés y curiosidad de los cristianos
escucharlos.
(4) Cuando
se espera que la gente crea por el testimonio sin testificar la Palabra de
Dios, si primero no creen en la palabra, ¿Cómo creerán en un testimonio? ¿Es mas poderoso un testimonio que la misma palabra de Dios?
(5) Cuando
como en el caso del leproso (Marcos 1.44-45) la iglesia no esta preparada para recibir más
almas nuevas y en vez de alcanzarles solo se cierra la oportunidad de poder
retenerlos en la iglesia y pasan de ser personas pérdidas, a ser personas perdidas
con conocimiento que al final viene siendo lo mismo. Alguien dirá: "Pero se esta predicando", por supuesto pero el plan de Jesús no es sólo que la gente sepa
de Él, sino que sean sus discípulos. No se trata sólo de dar fruto
sino que este permanezca. Es fácil decir se ganaron tantas X almas, pero si
visitas el lugar encontraras iglesias vacías. Cuando ganes almas procura que
también se ganen los cuerpos.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; Mateo 28.19
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os
elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro
fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os
lo dé. Juan 15.16
Un testimonio de poder también es el de
alguien que se ha mantenido puro en su vida alejándose de las adicciones,
venciendo las tentaciones sexuales, casándose en pureza, luchando por su hogar,
educando a sus hijos en la fe, sirviendo al Señor con su familia. Este es un
gran testimonio, espero que Dios siga alcanzando personas con vidas
desordenadas que después puedan testificar la obra del señor, pero espero más
que se levanten hombres, mujeres y jóvenes con vidas dignas de imitar, personas
que todos los días luchan y batallan para mantener su integridad, que no
cuentan una vida de promiscuidad sino de fidelidad, que no cuentan una vida de
adicciones sino de estabilidad, que no cuentan una vida de dolor y tragedia
sino de fortaleza emocional, que no cuentan una vida de derramamiento de sangre
sino de limpieza de manos. Que den testimonio de su fe no sólo con palabras
sino con hechos reales. Que testifiquen del poder de Dios en como los ha puesto
en lugares especiales por haberse conservado, por no haber pecado.
Si comenzamos a valorar mas la
integridad tendremos generaciones más entregadas, luchando como José y Daniel
por no contaminarse con su mundo que los rodea, tendremos más mamás felices por
sus hijos que predican y sirven al Señor sin nunca haberse drogado o haber perdido su pureza sexual y menos mamás diciéndoles con llanto
en sus ojos a sus hijos: “algún día te he de ver detrás de un púlpito”. Si
dejamos de ver a los predicadores que testifican como si fueran artistas,
comenzaremos a ver los grandes testimonios que hay a nuestro alrededor,
comenzaremos a ver el matrimonio de hermanos a nuestro lado que han vivido
fielmente por años sin ningún historial de infidelidad, veremos al joven que
semana con semana esta en la iglesia esforzándose por servir y alejado de las
drogas, veremos esa hermana intercesora que continuamente derriba fortalezas en
la oscuridad, veremos mucha gente que no tiene una historia extraordinaria de
transformación que contar, pero que sus vidas en si ya son extraordinarias,
porque decidieron no contaminarse, decidieron obedecer antes el consejo de Dios
que el de los malvados, decidieron no transitar por donde la gente malvada
suele andar, nunca se sentaron en las sillas de un bar, antro, etc., veremos
personas que escogieron antes estar en la casa de Dios que habitar en las
moradas de maldad, veremos personas que su vida gira alrededor de la palabra de Dios
pues en ella meditan de día y de noche, personas que pacientemente están en la
iglesia, trabajando arduamente sembrando, sabiendo que a su debido tiempo darán
fruto y todo lo que hagan será prosperado.
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