9Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él
respondió: Aquí en la tienda. 10Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el
tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a
la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Génesis 18.9-10
Muchos
hombres han perdido el interés por fortalecer, levantar o recuperar su
matrimonio, han tomado la actitud de “me da igual”, les da lo mismo que su
matrimonio se restaure o no, han decidido ser “felices” con el resultado que la
vida les dé. Sin embargo olvidan que la bendición plena solamente se puede
lograr a lado de nuestra pareja. Una victoria sin nuestra esposa es una
sencillamente media victoria. La bendición plena del Señor solamente puede
venir a nosotros cuando nuestro matrimonio esta unido en todos los aspectos.
Antes de que se le diera a Abraham la gran
noticia de su hijo, primero se le preguntó ¿Dónde está su esposa?, El Señor
espera que su esposa sea parte de este gran momento, ahora imagínese por un
momento que Abraham no hubiera tenido idea de donde estaba Sara, o que tal que
Abraham se hubiera separado de Sara porque no le daba hijos, ¿Qué le hubiera
respondido al Señor? Tenga muy en cuenta
esto, antes de que el Señor desate su promesa de bendición sobre su vida
primero le preguntará ¿Dónde esta tu mujer? ¿Dónde la tienes? ¿Qué has hecho de
ella? “Donde está” significa ¿Cuál es su condición? No solo Dios pregunta ¿Donde
está? geográficamente sino ¿donde está? espiritual, emocional, moralmente. ¿Qué
le responderás?
A continuación veremos algunos principios por
lo que creo que nuestras esposas son la principal causa de bendición en
nuestras vidas
Has sido
bendecido con una ayuda idónea
18Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté
solo; le haré ayuda idónea para él. Génesis 2.18
El
Señor fue el primero en detectar que no era bueno que el hombre estuviera solo,
el hombre necesitaba un complemento para ser totalmente consumado. El Señor no
podía desatar su bendición hasta que el hombre estuviera con su pareja, una vez
que la mujer fue presentada al hombre entonces el Señor los bendijo.
Y los bendijo Dios, y les
dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar, en
las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Génesis 1.28
La
esposa es parte vital de la bendición de Dios, pues el hombre fue bendecido
después de tener a su esposa y por el contrario la maldad entro en este mundo
cuando el hombre no estaba cerca de su esposa, ¿Dónde está tu mujer? Esta a tu
lado para que recibas la bendición o está sola expuesta a ser tentada por el enemigo.
Debes ser marido
de una sola mujer.
Cuando
se trata de creyentes comunes las reglas no son tan estrictas, como cuando se
trata de alguien que aspira o tiene liderazgo.
Pero es necesario que el obispo sea
irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso,
hospedador, apto para enseña 1 Timoteo 3.2
El apóstol Pablo
establece los requisitos del liderazgo y dentro de estos se incluye –marido de
una sola mujer- esto obviamente no se refiere a la poligamia ni algo por el
estilo, sino mas bien tiene que ver con la capacidad del líder para mantener su
matrimonio firme, ¿Cómo se le puede
confiar el liderazgo a alguien que ha perdido su primer esposa? Esto solo
significa dos cosas: primero o no tuvo la capacidad de decidir correctamente en
una de las decisiones más importantes de la vida o segundo no tuvo la suficiente
sabiduría y carácter para tenerla a su lado. Dos virtudes indispensables en la
vida de alguien que desea dirigir personas en la iglesia, alguien con la
sabiduría para elegir y tomar decisiones sobre la iglesia, y también con el
valor y el coraje para luchar por ella sin rendirse.
Es por esto que
todo buen líder debe reflejar esto desde su matrimonio, si puedes ver esto en
tu líder sabes que te guiara correctamente y que luchará por ti. La pregunta
ahora para quienes quieren ser o son lideres es: ¿Dónde esta tu mujer? ¿Sabes
que elegiste correctamente? Si estas pasando algún conflicto de pareja ¿Crees
estar luchando y dando lo suficiente para no perderla?
Con relación a
si elegiste correctamente, algunos creyentes piensan que esa es la razón principal
por la que no les está yendo bien en la vida, pues piensan que se equivocaron a
la hora de elegir, entonces terminan viendo a su esposa como su carga, su “aguijón”,
su cruz, etc. No se cuantas maneras horrorosas encuentran algunos creyentes para describir a sus esposas (Que triste debe ser la vida para ellas), así que ellos deciden
dejar de luchar, a lo mejor Dios les da una nueva esposa “conforme a su corazón”
y eso justificara su nueva relación. No hay nada más erróneo que pensar así.
Si alguien piensa
que se equivoco a la hora de elegir, eso no significa que debe cambiar su elección,
Dios es un gran restaurador cuando el hombre se vuelve a Él, ¿Qué debe hacer
para arreglar su situación? Primero reconocer ante el Señor su falta y
arrepentirse, aceptar su relación y levantar su hogar. El Rey David cometió un
grave error al tomar la mujer de otro hombre, Dios lo sancionó rigurosamente,
hasta que él se humilló, como consecuencia de su arrepentimiento, el Señor conservó
el trono en su hijo Salomón nacido de la mujer con la cual había pecado. ¿Cómo pudo
el Señor elegir a Salomón si era hijo de la mujer con la que David pecó? El arrepentimiento y humillación de David trajo restauración
y orden a su hogar. Esto significa que el mal no está en la pareja que hemos
elegido sino en las circunstancias actitudes y acciones que nosotros realizamos.
No habrá respuesta si eres desleal con tu esposa
Y esta otra vez haréis cubrir
el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a
la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. 14Más diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado
entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo
ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. 15¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de
espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos,
pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra
juventud. 16Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él
aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los
ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales. Malaquías
1.13-16
Una de las principales
reprensiones que encontramos en Malaquías no es precisamente la del diezmo,
sino la de la deslealtad hacia la esposa, muchos hombres hoy se están
preguntando ¿porque las cosas les están saliendo mal?, y dentro de si mismos
dicen: “yo busco a Dios” “ofrendo y diezmo” pero no se dan cuenta que el Señor
no está mirando su ofrenda de ellos, ni está escuchando sus oraciones, para que el Señor pueda desatar su bendición o
acepte sus ofrendas primero pregunta ¿Dónde esta tu mujer? ¿Por qué has sido
desleal con ella? Él es testigo de tu relación Él tiene presente el pacto que
tú hiciste con tu esposa.
7Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor
a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la
vida, para que vuestras oraciones no
tengan estorbo. 1 Pedro 3.7
Tu esposa es
tu mayor credencial de ministerio
No
hay mayor credencial para un ministro que la calidad de familia que este tiene,
en especial su matrimonio, no importa
cuanto se presuma de milagros, unción, profecías, revelación, etc., si su
familia esta desintegrada o desordenada, eso es mas que suficiente para poder
valorar la efectividad de un ministerio.
Lamentablemente
hoy en día muchos predicadores ambulantes van de iglesia en iglesia, con un
aparente mensaje de “poder” pero con un
ejemplo triste de hogar, algunos abandonando a sus esposas por meses, otros ya
ni esposa tienen porque decidieron dejarlos, y ellos como buenos predicadores
que saben sacarle provecho a cualquier situación a su alrededor, predican de
cómo han sufrido los “pobrecitos” “el abandono de sus esposas por causa de la
obra del Señor”. Hay aun algo mas peor y son aquellos que andan en diversos
lugares enamorando a cualquier hermana que se les atraviese en el camino sin
decir que ellos mismos son casados, incluso diciendo que “Dios les dijo” que
deben ser su esposa.
El
problema en realidad no es este tipo de predicadores; sino los creyentes e
iglesias que deciden abrirles las puertas, llevados por su palabrería, y “manifestaciones
espirituales”, estos creyentes olvidan que Jesús enseño que por los frutos se
conocerían a las personas no por los dones, un buen ministerio se conoce a
través de su vida familiar. El ministerio no se trata de dones sino de fruto. No hay nada mejor que recibir el consejo de la
Palabra de Dios, a través de alguien,
que la vive en su vida familiar. Antes de recibir este tipo de personas basta
con hacer la siguiente pregunta ¿Dónde esta tu mujer?
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a
vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen
uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el
árbol malo da frutos malos… Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos
de mí, hacedores de maldad. Mateo
7.15-17, 22-23
Sin
duda las esposas son esenciales en el plan que el Señor ha trazado para
nuestras vidas, sin ellas no podremos alcanzar la plenitud de la bendición. ¿Donde está tu mujer?
Encontrar una buena esposa es encontrar el bien, pues eso muestra que el SEÑOR está contento contigo.
Proverbios 18.22 PDT
No hay comentarios:
coméntanos si te ha sido de utilidad esta publicación,