10 principios para el comienzo de una célula o casa de paz
Algunas versiones especifican setenta y dos, la expresión a “otros” indica que no iban incluidos los doce, esto podría significar 6 discípulos por cada uno de los doce discípulos de Jesús 12X6=72, Esto nos muestra la importancia del discipulado para iniciar la tarea de alcanzar al mundo, el discipulado es realmente efectivo cuando podemos hacer que otros continúen la tarea que se nos ha asignado, muchos discipulados de hoy se concentran en manuales de clases pero poco de esos creyentes que asisten al los estudios cumplen con la tarea de imitar a quienes les enseñan, el discipulado es interminable al ir de generación en generación, no por manuales sino por el aprendizaje a través de la experiencia.
Veamos 10 principios para iniciar una casa de paz
Para iniciar una casa de paz necesitamos un envío
Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. (Lc. 10:1)
14¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Romanos 10:14-15
Para poder iniciar la tarea especial de la búsqueda del hijo de paz, es necesario ser enviado, el envío nos otorga el poder necesario para llevar a cabo la tarea, como ya sabemos el envío es parte del proceso de visión, es llegar al punto de la ACTIVACION del creyente, es cuando el creyente encuentra su propósito y su objetivo para poder trabajar y servir en la obra. Cuando sus dones comienzan a ser utilizados específicamente.
El envío confiere la autoridad para actuar en el territorio a alcanzar, nos permite actuar con libertad, ya que no vamos en nuestro nombre sino en nombre del Señor, el enemigo tiene que respetar nuestro trabajo y responder a nuestras órdenes. Cualquier actitud que el mundo tenga hacia nosotros, no es contra nosotros sino contra el que nos envió.
Para iniciar una casa de paz necesitamos intercesión
2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies (Lucas. 10:2)
La intercesión de la iglesia tiene que concentrarse no en que las almas se salven, sino en que el Señor envié obrero para ir por ellas, la iglesia puede desgastarse orando para que las almas se conviertan pero ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?(Ro. 10:14) almas preparadas para ser alcanzadas hay, lo que no hay son obreros para tan grande labor de cosecha, a nuestro alrededor hay personas que solo quieren que alguien les diga algo sobre Jesús para rendirse a el, hay personas que solo esperan que alguien los invite para asistir, hay personas que están en sus casas esperando que alguien les ofrezca hacer una célula para decir que si.
Lo que nos falta son obreros, que estén dispuestos a ir a hablarles, invitarlos, ofrecerles una reunión, muchas iglesias hoy crecerían mas de lo que son si tan solo hubiera gente dispuesta a salir de su comodidad y moverse por la ciudad para atender un hogar e iniciar una célula.
Como pastores continuamente vemos la oportunidad de abrir un nuevo grupo en una casa o en otra ciudad incluso en otros estados pero no podemos hacer nada mientras no haya obreros en quienes poder apoyarnos, la demanda de trabajo y la ocupación es tan grande que solo podemos ver con cierto desencanto como se nos va la oportunidad de haber podido alcanzar mas vidas para Cristo.
Para iniciar una casa de paz necesitamos preparación
Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos (Lucas. 10:3)
El enviado debe estar preparado para enfrentar situaciones adversas, las vidas que pueden ser alcanzadas solo están esperando que alguien llegue a ellas, pero a la vez no será cosa sencilla, una cosa es que ellas quieran y otra que el diablo las suelte, los discípulos son como ovejas en medio del peligro, este pasaje de Lucas 10 contiene una gran cantidad de información sobre la guerra espiritual, la tarea del evangelismo no puede ser llevada a cabo si no llevamos la preparación adecuada para poder enfrentar la oposición, es por esta razón que muchos en la etapa de adiestramiento dejan la escuela porque ven imposible abrir una célula, pero también no tomaron en cuenta los esfuerzos que se tienen que hacer para iniciarla.
Para iniciar una casa de paz necesitamos fe
No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; (Lc. 10:4)
Para iniciar una célula es necesaria la plena confianza en el Señor, todo aquel que desea poder servir al Señor tiene que saber que ahora dependerá de la provisión divina, todos aquellos que sirven al Señor viven continuamente de los milagros que el Señor realiza en sus vidas.
De igual forma trabajar en la obra genera gastos, y servir en una célula implica tener que invertir, como pagar el pasaje de un invitado, ofrecer algún refrigerio, regalar una Biblia o detalle a las personas nuevas, ayudar en alguna necesidad, llevar ofrenda, etc. Pero todo lo que aquel que esta dispuesto a servir al Señor hace no queda sin recompensa el Señor le proveerá de provisiones, y calzados.
Para iniciar una casa de paz necesitamos diligencia
Y a nadie saludéis por el camino (Lc.10:4)
Las palabras del Señor indican la rapidez con que esperaba que los discípulos hicieran su trabajo, el no llevar la bolsa y la alforja era para que no llevaran peso de mas, y la orden de no saludar a nadie en el camino era para que no perdieran tiempo, los saludos en el medio oriente eran saludos largos, de tal manera que en saludar varias personas les haría perder una buena cantidad de tiempo.
Para iniciar una casa de paz necesitamos una casa especifica
En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. (Lc. 10:5)
Para tomar una casa debe ir con la actitud de bendecir.
No puede esperarse de un líder la actitud de ir a abrir una célula si no tiene la intención de ser bendición, muchos lo hacen por compromiso, o por obligación, o por orgullo, pero Dios no bendice ese tipo de trabajo, el líder debe ir con una actitud de amor y dispuesto a bendecir.
Para tomar una casa debe ir con la actitud de relacionarse. Los líderes tienen que romper con su seriedad, sobre todo aquellos de temperamento introvertido, tienen que vencer por un momento su debilidad y relacionarse para ganar la simpatía de su grupo y el respeto que necesita para poder impulsarlos hacia el crecimiento.
Para tomar una casa debe ir con la actitud de ayudar
El líder debe ser sensible ante la necesidad de la casa y verse dispuesto a ayudar, no debe cerrar sus ojos al dolor de las vidas que esta ganando, él no esta solo para alcanzarlos sino para auxiliarlos, las vidas de esa casa no solo estarán eternamente agradecidas por el mensaje sino por la conducta noble de su líder.
Para tomar una casa debe ir con la actitud de evangelizar. Muchos no han entendido que no se trata de meterles el evangelio a las personas a la fuerza, sino que primero el líder es bendición, es amigo, es apoyo, y después ellos tendrán el corazón abierto para el mensaje de salvación, no se trata solo de que nos reciban sino de darles también a ellos.
Para iniciar una casa de paz necesitamos buscar la persona indicada
Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. (Lc. 10:6)
El líder debe saber seleccionar la persona a la que le va ofrecer la célula, puede empezar por lo más fácil como son familiares, amigos, vecinos, conocidos, personas con las que tiene algún tipo de relación o simpatía, es complicado aunque no imposible tratar de iniciar con un desconocido.
El líder debe escudriñar el corazón de la persona conocerlos discernirlo, para saber si es sincera o si realmente ese trabajo será permanente y producirá fruto, muchas veces un líder puede verse estancado por estar trabajando con una persona que no responde a su trabajo, esto frustra el trabajo y el corazón del líder. El líder tiene que estar listo para moverse en el momento que tenga que hacerlo, y continuar su labor en otra vida que ofrezca responder a sus expectativas, sin olvidar la persona anterior y darle el tiempo para que reaccione al llamado divino.
Para iniciar una casa de paz necesitamos corazón humilde
Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario, No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; (Lc. 10:7-8)
Nadie que se enlista en la líneas para ganar el mundo puede entrar con una actitud orgullosa, o delicada, hay regiones donde el rechazo de sus alimentos puede significar un rechazo a la familia, el líder no puede poner excusas de estar a dieta, o de no comer esos tipos de alimentos o que no le gusta esa comida, el líder debe estar preparado para ganar no solo el mundo sino la simpatía de quienes esta ganando, así fue como muchos misioneros lograron alcanzar lugares que nadie lo hubiera hecho si no hubieran ido con la actitud humilde.
Para iniciar una casa de paz necesitamos poder
Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. (Lc. 10:9)
El Señor dijo “sanad” no dio la orden solo de orar por los enfermos sino sanarlos, los discípulos no fueron en su poder sino en el poder del Señor, y en nombre de Él. Todos aquellos que desean iniciar una célula tienen que ir con el respaldo divino, con la seguridad de que harán milagros en nombre del Señor. Nunca sabrán que pueden hacer milagros si no lo intentan, es por esta razón que cuando los 72 regresaron estaban maravillados de los milagros que ocurrían, esto significa que ellos no habían visto ocurrir los milagros de su propia mano, pero en esta ocasión no eran solo ellos sino el poder de Jesús en ellos. No tiene que esperar que el pastor vaya o algún líder experimentado, atrévase a ser un instrumento de Dios para obrar milagros.
Para iniciar una casa de paz necesitamos autoridad
Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: 11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros (Lc. 10:10-11)
El creyente no sabe el potencial que tiene al haber sido enviado, lo respalda una unción y autoridad capaz de desatar juicio o bendición sobre una ciudad. Es por esta razón que muchos no tienen éxito en su labor de iniciar una célula primero porque no utilizan el poder con el que fueron enviados para conquistar la tierra y segundo porque se la viven quejándose del lugar, las personas, las condiciones, y su palabra ata el destino del lugar al que están tratando de ganar, no se puede ir con una actitud descontenta cuando se trata de ganar al mundo.
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