Elementos que favorecen un matrimonio estable y feliz


Elementos que favorecen un matrimonio estable y feliz 

En esta serie, hemos estado hablando mucho sobre la importancia de entender a nuestra pareja. ¿Por qué es esto tan importante? Cada pareja es como un mundo propio. Algunas parejas apenas están empezando a crecer juntos. Otras parejas llevan mucho tiempo juntas y han pasado por muchas cosas.

Cada pareja es diferente. Algunas tienen una relación sólida, se apoyan mutuamente y se llevan bien. Otras tienen problemas, discuten mucho y no logran entenderse bien.

Y no solo eso, también hay muchas cosas que influyen en cómo funciona una relación. De dónde vienen, su cultura, lo que han vivido, todo eso tiene un impacto. Por ejemplo, algunas parejas pueden tener ideas diferentes sobre quién debería hacer qué en la relación.

Y las cosas no siempre son iguales. Las relaciones cambian con el tiempo. A veces, las cosas que solían funcionar ya no lo hacen. O los roles de hombres y mujeres pueden cambiar, como cuando la mujer empieza a ganar más dinero que el hombre.

Entonces, con todo esto entendemos que lo que funciona para una pareja podría no funcionar para otra. Es como si cada pareja tuviera su propio manual de instrucciones.

Por eso es importante que nos esforcemos por entender a nuestra pareja, lo que les gusta, lo que no les gusta, cómo se sienten. Porque cuando realmente nos conocemos y nos entendemos mutuamente, eso es lo que hace que una relación se fortalezca.

Es por eso que, muchos de los consejos que se ofrecen sobre relaciones pueden no ser aplicables en todos los casos. Por ejemplo:

No se enojen antes de dormir: A veces, resolver problemas antes de dormir suena bien, pero a veces es mejor tomarse tiempo para calmarse y hablar con claridad más tarde.

Tengan citas regulares: Salir juntos es importante, pero puede ser difícil para algunas parejas encontrar tiempo regularmente. Lo importante es pasar tiempo de calidad juntos, cuando sea posible.

Digan 'te amo' siempre: Decir "te amo" es bueno, pero algunas parejas lo expresan de diferentes maneras. No te sientas mal si no lo dices todas las noches antes de dormir.

Sean uno para el otro todo el tiempo: Es genial ser cercanos, pero también es importante tener intereses y amigos por separado.

No discutan sobre dinero: Hablar sobre temas difíciles es importante, aunque puede ser incómodo. Es mejor resolver los problemas en lugar de ignorarlos.

Estén siempre de acuerdo en todo: Es normal tener diferentes opiniones. Aprender a aceptar las diferencias y resolver los problemas juntos fortalece la relación.

Nunca pasen tiempo separados: Pasar tiempo juntos es genial, pero también es importante tener tiempo a solas para hacer cosas que te gustan y mantenerte feliz y saludable como individuo.

Así que, si bien no existe una fórmula única que funcione para todas las parejas, hay ciertas principios en los que cualquier pareja puede trabajar para mejorar la dinámica de su relación.

El primer elemento es:

Cultive el hábito de pensar de manera positiva y saludable.

Proverbios 4:23 (NVI): "Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida."

Hemos estado hablando de la importancia de sanar nuestro interior. En nuestro interior están todos nuestros pensamientos y todos ellos son el resultado de nuestra formación, de nuestra crianza. Piense por un momento en esto: en todos los ámbitos y esferas del mundo existen parejas con crisis. Pensamos que se necesita dinero para ser feliz, pero no es así, ya que hay parejas muy adineradas que no llegan a funcionar. Pensamos que se trata de inteligencia, pero tampoco, hay parejas muy educadas que igual no encuentran soluciones a sus problemas. Así que no se trata de nada de eso. No pensemos que si tuviéramos tal o cual cosa todo sería diferente, porque si nuestro interior no ha sido sanado, no será así.

Jesús dijo que de la abundancia del corazón habla la boca. Muchas relaciones sufren precisamente porque hay ciertos hábitos muy dañinos en la relación, como la crítica, el desprecio y el orgullo que no quiere reconocer sus fallos, y estos se originan en el interior y son expresados en nuestras conversaciones. Una pareja sana es aquella que ha logrado que sus pensamientos hacia su pareja sean sanos en lugar de negativos. Esto no significa que nunca se piense mal, ya que es normal que existan pensamientos negativos sobre el cónyuge, pero estos no dominan ni toman el control de la relación. Y este tipo de comportamiento puede trabajarse personalmente: no puedo evitar tener pensamientos incorrectos, pero sí puedo evitar decirlos y herir.

Proverbios, nos recuerda la importancia de proteger nuestro corazón, que en este caso representa nuestros pensamientos, emociones y actitudes internas. Este versículo nos advierte sobre la necesidad de ser conscientes y selectivos con lo que permitimos que entre en nuestro corazón, ya que influye en nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Si permitimos que pensamientos negativos, como la crítica, el desprecio o el orgullo, ocupen nuestro corazón, afectarán nuestra vida y nuestras relaciones. Por lo tanto, cuidar nuestro corazón significa alimentarlo con pensamientos y actitudes positivas, amorosas y constructivas que promuevan la salud emocional y el bienestar en nuestras relaciones.

El segundo elemento es:

Haga de su pareja su mejor amigo o amiga

Proverbios 17:17 (NVI): "En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para tiempo de angustia." Este versículo resalta la importancia del amor y la amistad en todas las circunstancias, incluyendo las relaciones de pareja.

Proverbios nos muestra la conexión que existe entre la amistad y el amor constante, no solo en las relaciones de amistad, sino también en los lazos más íntimos, como la relación de pareja. Sugiere que el amor y la amistad deben ser constantes y no condicionales. El amor y la amistad no deben limitarse a momentos específicos o circunstancias favorables, sino que deben ser una constante en la vida cotidiana y en los altibajos de la relación.

Cuando aplicamos este principio a la relación de pareja, significa que debemos amar y ser amigos de nuestra pareja en todo momento, no solo cuando todo va bien, sino también cuando enfrentamos desafíos, conflictos o tiempos difíciles. El compromiso de amar y apoyar a nuestra pareja en todas las circunstancias fortalece el vínculo emocional y fomenta la confianza mutua.

Es común que las parejas comiencen su relación desde una base de amistad, compartiendo intereses, pasatiempos y confidencias. Sin embargo, con el tiempo, es posible que con la perdida del enamoramiento romántico esa conexión amistosa disminuya y se descuide en medio de las responsabilidades y tensiones diarias. Este descuido puede ser un error, ya que cultivar y mantener la amistad con nuestra pareja puede fortalecer significativamente la relación.

Al fortalecer la amistad en la pareja, se crea un ambiente más agradable y sobre todo comprensivo. Las discusiones, aunque pueden surgir, tienden a tener menos intensidad cuando hay un sentimiento amigable. Por ejemplo, alguien puede actuar empáticamente cuando va con familia de su pareja a pesar de que no es algo que le entusiasme, demostrar interés y apoyo hacia sus actividades muestra un nivel de amistad y respeto que le tiene. Lo mismo ocurre cuando uno de los dos asiste a la iglesia a pesar de que tú no está muy convencido de creer; sin embargo el hecho de acompañarla demuestra compromiso y comprensión.

Los amigos ríen y algo que le hace falta a una pareja que está pasando por un mal momento es reír. La risa puede ser una herramienta poderosa para calmar los problemas y mantener un ambiente ligero y positivo en la relación.

Las parejas que crean un lazo de amistad, viven recordando los buenos momentos juntos y los eventos importantes en sus vidas. También reconocen y aprecian las cualidades positivas de la pareja lo que fortalece la amistad y la conexión emocional.

Por otro lado es importante comprender que las personas cambian con el tiempo, y es natural que la relación también evolucione. Aceptar y adaptarse a estos cambios es esencial para mantener viva la amistad en la pareja. Los cambios que llamamos de crecimiento llegan y si el lazo de la pareja es fuerte sabrán enfrentarlos juntos.

El tercer elemento es: 

Estudie y descubra el mundo ideal de su pareja.

Filipenses 2:4 (NVI): "Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás."

Algo muy importante es que debemos entender que cada individuo tiene una representación mental de su mundo ideal, formada por sus experiencias más placenteras, las personas que más aprecia, las cosas que más disfruta y sus sistemas de creencias. Estos mundos únicos se van desarrollando a lo largo de la vida y tienen un impacto muy fuerte en nuestras relaciones, especialmente en el matrimonio.

Por ejemplo puede haber el caso de una pareja donde uno de los cónyuges adora los cumpleaños, ya que para él o ella son momentos llenos de felicidad, recuerdos especiales y celebraciones memorables. Por el contrario, el otro cónyuge puede tener una visión menos entusiasta de los cumpleaños, quizás porque en su infancia no tuvo celebraciones significativas o porque asociaba esta fecha con momentos de tristeza o soledad. Así que cuando se aproxima la fecha de cumpleaños de uno de los dos el otro responderá de acuerdo a su mundo ideal.

Esta diferencia en la percepción de los cumpleaños puede dar lugar a conflictos si no se comprenden y respetan las diferentes perspectivas de cada uno. Por ejemplo, el cónyuge que adora los cumpleaños puede sentirse decepcionado o incomprendido si su pareja no muestra el mismo entusiasmo por esta fecha especial. A su vez, el otro cónyuge puede sentirse presionado o abrumado por las expectativas del primero, lo que podría generar tensiones en la relación.

Es muy importante entender cómo piensa y siente nuestra pareja. Cada persona tiene sus propias experiencias y recuerdos que influyen en su manera de ver las cosas. Por ejemplo, si a uno de los dos le encantan los cumpleaños porque los pasaba genial de niño, pero al otro no le emocionan tanto porque tuvo experiencias menos divertidas en su infancia, es importante entender estas diferencias para evitar conflictos.

También es crucial considerar cómo fue la crianza y el trato recibido. Si uno creció en un hogar donde expresar emociones era común, mientras que el otro viene de una familia más reservada, es importante tener esto en cuenta para entender cómo se comunican y se relacionan.

Para mejorar la relación, necesitamos ser empáticos y comprender el punto de vista de nuestra pareja. Esto significa escuchar con atención, tratar de ponernos en su lugar y mostrar interés genuino en entender cómo se sienten. Además, es esencial aprender a resolver los problemas de manera constructiva. Esto implica negociar y encontrar soluciones que funcionen para ambos, en lugar de pelear o ignorar los problemas.

En resumen, estos tres puntos que vimos hoy nos ofrecen una guía simple pero poderosa para construir un matrimonio feliz y duradero. Mantener un pensamiento positivo favorece un ambiente de optimismo y esperanza. Cultivar una amistad profunda con nuestra pareja nos brinda compañerismo y apoyo en cada paso del camino. Y comprender y respetar los mundos individuales de cada uno nos permite celebrar nuestras diferencias y construir una relación basada en el amor y la aceptación mutua. Si aplicamos estos principios, podemos crear un matrimonio fortalecido y donde el amor, la amistad y la comprensión nos ayudan a tener un matrimonio saludable y feliz.

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