noviembre 21, 2024

Visión que expande horizontes


Visión que expande horizontes

En Hechos 10 encontramos uno de los momentos más importantes en la historia de la iglesia: la apertura del evangelio a los gentiles. Este evento no fue solo un paso hacia lo nuevo, sino el comienzo de un movimiento sin fronteras que rompió las barreras culturales, sociales y espirituales de su tiempo. La llegada del evangelio a los no judíos marcaba el alcance ilimitado del propósito de Dios, donde Su mensaje trasciende cualquier obstáculo humano.

Necesitamos volver a ver la iglesia de Hechos para aprender que, de la misma manera, hoy la iglesia enfrenta barreras que no siempre son visibles, como el conformismo, los prejuicios o la falta de visión. Estas limitaciones frenan su crecimiento y su capacidad de cumplir plenamente con el llamado divino. La historia del centurión Cornelio nos enseña cómo la obediencia, la apertura al cambio y la disposición de escuchar la voz de Dios son necesarias para expandir nuestras fronteras y avanzar hacia una iglesia que crece en todos los sentidos.


Una visión para un nuevo comienzo

Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.Hechos 10:1-2

El relato de Hechos 10 comienza mostrándonos el perfil de Cornelio. Algunas cosas que resultan interesantes son, por ejemplo, que los centuriones demuestran una buena actitud hacia la fe. Otra es cómo un hombre militar, a cargo de cien soldados, podía tener cualidades tan devotas como las que se describen de Cornelio. Esto nos permite pensar que ninguna vida es demasiado difícil para que crea en el Señor.

Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: "Cornelio".Hechos 10:3

Lo siguiente nos da la razón para el segundo punto. En este caso, es Dios quien toma la iniciativa para la evangelización de Cornelio y su familia. Por supuesto, como veremos en el segundo punto, la iglesia difícilmente tomaría la iniciativa para la evangelización. Esto me hace preguntarme: ¿cuántos "Cornelios" habrá a nuestro alrededor que no estamos tomando en cuenta? Si ellos no tomaran la iniciativa, ¿lo haría la iglesia?


2. Una visión para transformación

Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta. Y tuvo gran hambre, y quiso comer; pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis.Hechos 10:9-10

En otro escenario, vemos la experiencia de Pedro, quien demuestra una vida de oración constante. Y es que, para que Dios nos hable, debemos tener una comunión constante con Él. Mientras Cornelio había tenido una visión de un ángel que le hablaba directamente, Pedro tuvo un éxtasis, parecido a un sueño pero sin haberse quedado dormido, y su visión era un poco más simbólica.

Y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra; en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo. Y le vino una voz: "Levántate, Pedro, mata y come".Hechos 10:11-13

La Biblia nos dice que Pedro tenía hambre y le estaban preparando de comer, así que esta visión era muy precisa para ese momento. Sin embargo, Pedro era fiel a sus principios, que le impedían comer animales impuros. Es interesante notar que Pedro, hasta ese momento, no sabía lo que esto significaba.

Cuando los hombres enviados por Cornelio llegan, el Espíritu Santo le dice a Pedro que vaya con ellos. Ellos se quedan esa noche, y al otro día, Pedro parte con ellos.

Esta parte nos da algunas verdades para tener presentes. La primera: cuán importante es la vida de comunión con Dios, como la que Pedro tenía. Una persona de comunión es alguien que se convierte en un medio a través del cual Dios quiere obrar. Lo segundo es cuánto necesitamos que Dios nos revele Sus propósitos. Las visiones, profecías y sueños fueron un constante en la historia de la iglesia, y hoy en día, la iglesia necesita escuchar la voz del Señor, así como cuando el Espíritu le confirmó a Pedro ir con aquellos hombres.


3. Dos visiones para expandir los horizontes

Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos.

El momento cumbre del relato es cuando estos dos hombres piadosos se encuentran. Hay encuentros que son claves en nuestras vidas y que debemos pedirle a Dios que nos ayude a identificarlos. Nunca sabes cuándo alguien será clave en tu vida. Dios nos permita escuchar la voz del Espíritu Santo, como a Pedro, para saber cuándo hay alguien en nuestra vida a quien debemos atender.

Cornelio, sin duda, era clave para la expansión del evangelio. Era influyente, pues hasta uno de sus soldados era creyente; era líder, pues había convocado amigos y vecinos; era tierra fértil para sembrar el evangelio y de la mejor.

Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: "En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas."Hechos 10:35

Hasta ese momento, Pedro pudo entender su visión, y es que nuestros sueños o visiones no siempre se entienden al momento. Debemos aprender a guardar lo que Dios nos habla, porque seguramente algo quiere decirnos que entenderemos en el momento preciso.

Pedro sabe ahora que Dios quiere llegar a los gentiles. Si por él fuera, les diría que no pondría un pie en un hogar gentil, pero Cornelio le explica su experiencia, y Pedro llega a la conclusión de que Dios no hace acepción de personas.

Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: "En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas."Hechos 10:44

Así que Pedro les predica el evangelio y les habla de Jesús. Pero lo más sorprendente es que, mientras lo hacía, nuevamente el protagonista de Hechos, que como bien dicen algunos, en lugar de llamarse Hechos de los Apóstoles, debió llamarse Hechos del Espíritu Santo, se derramó sobre los que estaban ahí reunidos. Esto sorprendió a los que acompañaban a Pedro.

Entonces respondió Pedro: "¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?"


Conclusión: La expansión de horizontes

Creo que uno de los desafíos más grandes de la iglesia es la expansión de horizontes, y es que uno de los problemas más comunes en la iglesia es el miedo al cambio. Las iglesias temen lo desconocido. Así que cuando se trata de expandir horizontes, esto implica modificar tradiciones, y la iglesia suele ser muy apegada a sus tradiciones, como si fueran doctrinas. Hay muchas prácticas en la iglesia que, en realidad, son tradiciones tan fuertes que no es posible quitarlas. Puede haber la sensación de miedo a perder la identidad o a generar conflictos internos, lo que puede frenar el crecimiento.

La iglesia tiene que hoy recibir una visión como la de Pedro de expansión. Una iglesia sin una visión clara y enfocada en el futuro puede caer en la rutina, centrada solo en el mantenimiento de sus actividades actuales sin buscar maneras de expandir su impacto. Sin una dirección inspirada por Dios, es difícil motivar a la congregación hacia nuevas metas. Cuando una iglesia se siente cómoda con su tamaño, métodos y alcance, puede faltar el impulso para expandirse. Salir de la zona de confort requiere esfuerzo y valentía, algo que muchas veces no se prioriza.

El problema para algunas iglesias es que expandir horizontes puede generar tensiones. Por un lado, tensiones internas, ya que algunos miembros no pueden estar de acuerdo con los nuevos cambios, y por otro lado, tensiones externas, ya que se teme a lo que las otras iglesias de la zona puedan decir o pensar de nosotros. El miedo a evitar conflictos puede llevar a una iglesia a mantenerse en su estado actual.

Finalmente, el crecimiento espiritual y misional de una iglesia debe ser guiado por Dios, tal como sucedió en el relato de Hechos 10. Cuando una iglesia no está atenta a Su dirección, puede quedarse atrapada en su propia lógica o prioridades humanas, perdiendo la oportunidad de crecer según el propósito de Dios.

¿Qué debemos hacer?

  1. Hoy más que nunca, necesitamos oración y dependencia de Dios: Buscar Su guía para tomar decisiones valientes y sabias.
  2. Hoy más que nunca debemos tener una visión de crecimiento: Invitar a la congregación a imaginar cómo pueden impactar más vidas.
  3. Hoy más que nunca necesitamos capacitación: Entrenar líderes y miembros con una visión de expansión sin límites.
  4. Hoy más que nunca debemos tener una apertura al cambio: Promover una cultura de innovación y confianza en que Dios obra a través de nuevos caminos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

coméntanos si te ha sido de utilidad esta publicación,