Serie. Festejemos
al Señor parte 1
La
Biblia dice que había varias fiestas al
año que se celebraban para el Señor, y que Dios mismo había dado indicaciones para
que las celebraran, ¿Por qué? Porque a nuestro Señor le gustan las fiestas,
nuestro Dios no es un Dios frío, o apagado, mucho menos muerto, es un Dios VIVO,
y cuando se trata de celebrar para él, espera que se haga en grande, pocas
veces tenemos una actitud de fiesta cuando venimos a la casa del Señor, muchos
cristianos cuando cantan o están en la reunión tienen más una actitud de
tristeza y carga que de gozo y alegría, cuando el servicio es nuestra forma de
celebrar al Señor por sus obras. A continuación veamos que necesitamos hacer
para celebrar una verdadera fiesta al Señor.
Para celebrar una fiesta al Señor tienes que salir
de la esclavitud
Éxodo 5:1
Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová
el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el
desierto.
La esclavitud
hizo que los hijos de Israel dejaran de alabar al Señor, sus alabanzas se
transformaron en clamor, Dios ama la fiesta y la alegría de sus hijos, pero
ahora sólo podía oír queja y dolor. La morada de Dios se encuentra entre las
alabanzas de su pueblo, (Sal. 22.3) ¿Cómo podría Dios habitar en medio del
clamor de dolor de sus hijos? Es claro que ellos no tenían razones para festejar. Además el
faraón se encargaba de quitarles las ganas de pensar de celebrar. Es por esto que una adoración que agrada en
gran manera al Señor es aquella que hacemos en medio del dolor; es aquella que va contra nuestros sentimientos; es la
más sincera porque no hay motivos humanos o egoístas por los que adorar o
agradecer al Señor. Quien adora o celebra en momentos de dolor está demostrando
su convicción y fe.
Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no
les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo:
Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. Agrávese la servidumbre sobre
ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas. Éxodo
5.8-9
Si por algún momento les pasaba por su mente la posibilidad de
verse descargados de la servidumbre, celebrando al Señor en el desierto, ese
pensamiento era interrumpido por el azote de los egipcios, con lo que perdían
todo interés en el Señor, además se molestaban con Moisés por infundirles la
esperanza de libertad.
De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos
no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura
servidumbre. Éxodo 6.9
La verdadera
adoración se da en espíritu y en verdad, (Juan 4.24) pero el pueblo muchas
veces no puede adorar en el espíritu, porque tiene un espíritu de congoja, un
espíritu de dolor, además un pueblo así no puede escuchar el mensaje de Dios, es por eso que muchos creyentes van a la iglesia pero no pueden ser transformados, parecen estar atentos pero sus mentes están concentradas en sus problemas.
Cuando los
creyentes viven enfrascados en sus problemas o saturados de trabajo y de afanes
es difícil que puedan hacer una fiesta para el Señor. Es difícil para ellos aplaudir cuando sus
manos han perdido la fuerza, Necesitan que el Señor los libere de sus cargas
para que puedan celebrar con libertad.
El rey David dijo: Saca
mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre. Salmo
142.7 no es posible alabar a Dios y celebrarle cuando tu vida se encuentra
prisionera de tus pensamientos o de tus preocupaciones, cuando estas atado a
los afanes de esta vida, cuando solamente vives preocupado por lo que vas a
hacer.
Para celebrar una fiesta al Señor tienes que hacerlo a su manera.
El Señor quiere que el pueblo aprenda a adorarle en cualquier
situación y condición, no era necesario que el pueblo celebrara en Egipto.
Continuamente vemos como al Señor le gusta escoger los
lugares donde el pueblo le haría su fiesta. Deuteronomio 12.5, 11,14 y 21
¿Se puede celebrar en medio del desierto? Cualquier otro
lugar es mejor que el desierto, ¿Qué clase de fiesta se puede hacer allí? Todos
buscamos un lugar agradable para hacer una fiesta, un salón, un jardín, la playa... pero Dios escoge el peor
lugar del mundo para celebrarla.
Dios no solo quiere que seas libre para celebrarle, también
quiere que estés dispuesto a hacerlo, porque puedes estar libre (disponible)
pero no dispuesto, muchos cristianos son libres pero cuando se les pide que
sirvan al Señor no están dispuestos
Dios quiere saber si eres capaz de celebrarle una fiesta en
medio del desierto, si puedes celebrarle con lo que tienes, Dios quiere ver si
le puedes celebrar en medio de la incomodidad, Dios quiere ver si puedes
celebrarle sin pensar en ti mismo.
El pueblo no había aprendido a amar a Dios, porque eran egoístas
y pensaban en sí mismos, continuamente en el desierto se quejaron, por su
condición. Se quejaban de su incomodidad, y hablaban de lo que les faltaba.
Algunos cristianos en este tiempo igualmente no pueden celebrar a Dios por su
incomodidad, están más preocupados por lo que les hace falta que por celebrar
al Señor, viven pensando en sí mismos, no están dispuestos a celebrar con lo
que tienen lo que nos lleva a lo siguiente.
Para celebrar una fiesta al Señor tienes que darle lo mejor.
Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado;
iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos
sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o
con espada. Éxodo 5.3
No hay festejado sin presentes o regalos, ¿Cómo se siente usted, cuando va a una fiesta y no lleva regalo? ¿Siente que todos saben que usted no
lleva regalo?, ¿Se siente apenado? Ahora imagínese cuando se trata de la fiesta
del Señor, es necesario que tengas algo que ofrecer.
La biblia dice en Éxodo 10.24-26
Entonces Faraón hizo llamar a Moisés, y dijo: Id, servid a Jehová;
solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños
con vosotros. 25 Y Moisés respondió: Tú
también nos darás sacrificios y holocaustos que sacrifiquemos para Jehová
nuestro Dios. 26 Nuestros ganados irán
también con nosotros; no quedará ni una pezuña; porque de ellos hemos de tomar
para servir a Jehová nuestro Dios, y no sabemos con qué hemos de servir a
Jehová hasta que lleguemos allá.
Por supuesto
que Satanás querrá que no le lleves nada al Señor, tratará de convencerte que
es una mala idea traer dinero de más a la
iglesia. Moisés dijo “nos sabemos con
qué hemos de servir a Jehová” es bueno preparar nuestra ofrenda y planear lo
que le vamos a dar al Señor, pero también es importante tener el corazón
dispuesto porque “no sabemos con qué hemos de servir al Señor”
Por otro lado
el Señor sabía que su pueblo estaba en una situación de crisis, por eso el
planeaba bendecirlo.
Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis
maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. 21 Y yo daré
a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no
vayáis con las manos vacías;
22 sino que
pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro,
y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y
despojaréis a Egipto. Éxodo 3.20-22
Celebrarle
una fiesta al Señor no tiene un costo, cuando recordamos que le damos, de lo que
él nos ha dado. Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para
que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y
de lo recibido de tu mano te damos. 1 Crónicas 29.14 El señor los bendijo para que pudieran ofrecerle en el desierto, el siempre da semilla a los que están dispuestos a sembrar
Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios,
y les dieron cuanto pedían; así despojaron a los egipcios Éxodo 12.36
En el capítulo 15 de éxodo vemos como ya comenzaban los
festejos al Señor, porque finalmente sentían la libertad en sus vidas, los
cristianos que son verdaderamente libres pueden expresar esa libertad en el
momento en que celebran la presencia del
Señor.
Excelente enseñanza Diis hablando a mi vida. Gracias saludos y vendiciones
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