Estudios bíblicos para niños - La entrada Triunfal -

La entrada triunfal 
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🫏 Propósito especifico. Que los niños conozcan quien y como era Jesús a través de la historia de la entrada triunfal.

🫏Propósito General.  Doctrinal. En esta clase, nuestro objetivo principal es profundizar en la comprensión doctrinal de la naturaleza y el carácter de Jesucristo 

🫏Pasajes bíblicosMateo 21:1-11; Marcos 11:1-11: Lucas 19:28-44; Juan 12:12-19


🫏Texto bíblico. Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: —¡Hosanna al Hijo de David! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Hosanna en las alturas! Mateo 21.9 NVI

🫏 Introducción. ¿Alguna vez has montado un burrito o un caballo? ¿Cuál prefieres? ¡Pues déjame contarte una historia fascinante sobre un burrito muy especial! En una ocasión, Jesús montó un burrito, ¡sí, un burrito que nunca antes había sido montado! ¿Sabías que en ese recorrido también iba la mamá del burrito? Mateo 21:2 nos revela que Jesús quería que llevaran a ambos. Pero, ¿por qué si solo montó al burrito? Bien, es muy probable que hayan usado a la mamá para que el burrito tuviera confianza y siguiera a su madre. Seguramente, era un burrito lo suficientemente fuerte para llevar a Jesús. 

Los pollinos o burritos eran comúnmente utilizados como medio de transporte en tiempos antiguos, especialmente en áreas donde los caballos eran menos comunes o accesibles. Su resistencia y capacidad para transportar cargas los hacían valiosos para el transporte de personas y bienes en terrenos difíciles. Además, los burritos tenían un simbolismo especial en diversas culturas antiguas. En la Biblia y otras tradiciones judías, los asnos y sus crías eran símbolos de humildad y mansedumbre, como se menciona en la profecía de Zacarías 9:9 sobre el Mesías que entraría en Jerusalén montado en un asno.

La Semana Santa se inicia con un evento extraordinario: la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. En este día, Jesús fue recibido como un rey, aclamado y celebrado por las multitudes con gran entusiasmo. Esta historia no solo marca el comienzo de una semana llena de eventos significativos, sino que también nos ofrece valiosas lecciones sobre la naturaleza y el carácter de Jesús.

I. Jesús es Dios 🫏

En el evangelio de Mateo, específicamente en el capítulo 21, versículo 2, encontramos un relato muy interesante que nos muestra la naturaleza divina de Jesús. Jesús instruye a sus discípulos para que vayan a una aldea cercana, donde encontrarán una burra atada junto con su pollino. Les indica que los desaten y los traigan de vuelta a Él. Ahora, la pregunta del millón es: ¿Cómo podía Jesús conocer estos detalles específicos incluso antes de que sus discípulos llegaran a la aldea?

Esta situación no solo muestra el conocimiento sobrenatural de Jesús, sino que también revela su divinidad. La capacidad de conocer todas las cosas es una característica exclusiva de Dios, lo que se conoce como omnisciencia. Esta omnisciencia implica que Dios sabe y entiende todo, incluso los detalles más íntimos de nuestras vidas. Así, cuando Jesús demuestra conocer con precisión la ubicación de la burra y el pollino, está revelando su conexión única con la divinidad.

Este pasaje nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de Jesús como Dios encarnado. Nos recuerda que no hay nada que podamos ocultarle a Dios, pues Él conoce incluso los pensamientos más profundos de nuestro corazón. Jesús, como Dios hecho hombre, poseía esta misma capacidad divina de conocimiento, lo que lo distingue como el Mesías prometido y el Salvador del mundo.

II. Jesús es manso y humilde 🫏
«Digan a la hija de Sión:  “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro,  en un burrito, cría de una bestia de carga” Mateo 21.5 NVI

En Mateo 21:5 NVI, se nos muestra cómo Jesús entró en Jerusalén. La profecía decía que el Rey llegaría montado en un burro, un animal simple y humilde. A diferencia de otros reyes que usaban carruajes elegantes o caballos imponentes, Jesús prefirió montar un burrito, un animal de carga. Esto nos muestra que Jesús valora la humildad y no se preocupa por las cosas lujosas. Lo que realmente importa para Jesús es lo que hay en nuestros corazones.

Cuando Jesús eligió montar un burrito, nos estaba enseñando algo importante. Él no estaba interesado en ser un rey que impresionara a la gente con cosas caras o con un gran espectáculo. En cambio, Jesús quería mostrarnos cómo es realmente el verdadero liderazgo: siendo amable, humilde y preocupado por los demás. Nos enseña que lo más valioso no son las cosas materiales, sino el amor y la compasión que compartimos con los demás.

III. Jesús es Salvador 🫏

Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: —¡Hosanna al Hijo de David! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Hosanna en las alturas! Mateo 21.9 NVI

En Mateo 21:9 NVI, la multitud aclamaba a Jesús con gritos de "¡Hosanna al Hijo de David!", lo cual significa "¡Salva ahora!" Esta expresión mostraba la esperanza del pueblo de ser liberados de sus problemas y dificultades. Aunque en ese momento muchos esperaban que Jesús los salvara del dominio de los romanos, su misión era mucho más profunda: Jesús vino a salvarnos de nuestros pecados.

Hoy en día, nosotros también podemos decir "Hosanna" con alegría y gratitud, porque entendemos que Jesús murió en la cruz para salvarnos de nuestros pecados. Esto significa que, a través de nuestra fe en Él, podemos tener una relación restaurada con Dios y la promesa de vida eterna. Entonces, ¿tú has experimentado la salvación que Jesús ofrece?

IV. Jesús es nuestro Rey 🫏

En Mateo 21:14 NVI, vemos cómo los líderes religiosos se enfadaron cuando escucharon a los niños gritar "¡Hosanna al Hijo de David!" en el templo. Esto los molestó porque al llamar a Jesús "Hijo de David", estaban reconociendo su conexión con el gran rey de Israel. Jesús era descendiente de David, lo que implicaba que tenía derecho al trono y cumplía con las profecías de ser el Salvador esperado.

Esta reacción de los líderes religiosos muestra que reconocían la autoridad y el poder de Jesús, pero estaban celosos y temerosos de perder su propio estatus y control sobre el pueblo. Sin embargo, Jesús no estaba interesado en un reinado terrenal lleno de poder y gloria. Más bien, su reinado era espiritual y estaba centrado en el amor, la verdad y el servicio.

En esta historia, vemos a Jesús como el Rey prometido, que viene a establecer un nuevo orden basado en el amor y la justicia. Es una demostración más de su divinidad, humildad y papel como Salvador y Rey de nuestras vidas.

🫏 Conclusión. A través de esta historia, podemos comprender más profundamente quién es Jesús y cuál es su papel en nuestras vidas. Vemos que Jesús es Dios encarnado, como se evidencia en su conocimiento sobrenatural y omnisciencia. Esto nos lleva a reconocer su divinidad y su papel como el Mesías prometido. Además, Jesús nos enseña la importancia de la humildad y el servicio, al montar un simple burrito en lugar de un caballo majestuoso. Esto nos muestra que el verdadero liderazgo radica en la compasión y la preocupación por los demás, más que en el poder o la ostentación.

Asimismo, reconocemos a Jesús como nuestro Salvador, aquel que vino a salvarnos de nuestros pecados. Su sacrificio en la cruz nos ofrece la esperanza de una vida eterna. Finalmente, vemos en Jesús al Rey prometido, que establece un nuevo orden basado en el amor y la justicia. 

Llamado a la acción. Durante esta semana, pongamos en práctica lo que hemos aprendido de Jesús:

1. Jesús es Dios - Oremos: Dediquemos tiempo cada día para hablar con Dios en oración, agradeciéndole por enviar a Jesús como su hijo y pidiéndole que nos guíe en nuestro camino.

2. Jesús es Salvador - Aceptemos a Jesús: Tomemos la decisión de aceptar a Jesús como nuestro Salvador personal, reconociendo que su sacrificio en la cruz nos ofrece la salvación y la vida eterna.

3. Jesús es Humilde - Sigamos su ejemplo: Sigamos el ejemplo de humildad de Jesús siendo amables, serviciales y considerados con los demás en todas nuestras interacciones.

4. Jesús es Rey - Seamos obedientes de sus leyes: Comprometámonos a vivir de acuerdo con las enseñanzas de Jesús y a obedecer sus mandamientos, reconociéndolo como nuestro Rey y Señor.

Juego: "Carrera de Burritos"

Objetivo: Los participantes deben competir en una carrera de relevos mientras imitan la entrada triunfal de Jesús montando un "burrito".

Instrucciones:
1. Divide a los participantes en equipos de igual tamaño.
2. Marca una línea de salida y una línea de meta a una distancia adecuada.
3. Cada equipo necesitará un "burrito" para montar. Esto puede ser un palo de escoba o una vara de madera, o un caballito de palo, que los participantes deben sujetar entre sus piernas para simular montar un burrito.
4. En la línea de salida, el primer jugador de cada equipo deberá montar su "burrito".
5. Cuando se dé la señal de inicio, el primer jugador correrá hacia la línea de meta mientras mantiene el "burrito" entre sus piernas.
6. Una vez que llegue a la línea de meta, el primer jugador pasará el "burrito" al siguiente jugador de su equipo, quien repetirá el proceso de correr hacia la línea de meta.
7. El equipo que complete la carrera y cruce la línea de meta con todos sus jugadores primero será el ganador.

Variaciones:
- Para aumentar la dificultad, agrega obstáculos o requiere que los jugadores realicen ciertas acciones mientras corren, como agitar palmas o cantar "Hosanna".
- Organiza una carrera de relevos de ida y vuelta, donde los jugadores deben correr hacia un punto de retorno antes de regresar a la línea de meta.

Este juego proporciona una manera divertida y activa de recordar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, mientras los participantes se divierten compitiendo en una carrera de relevos creativa.

Haz clic sobre la hoja de trabajo para descargar 


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Consejos finales para los Maestros


1. Vincula las Preguntas con el Contenido: Asegúrate de que las preguntas en las hojas de trabajo estén directamente relacionadas con los puntos que abordarás en el bosquejo. Esto ayudará a los niños a conectar la información y entender mejor el mensaje.


2. Adapta Según la Edad: Cada grupo de niños tiene sus propias capacidades y niveles de comprensión. Ajusta tu enseñanza para adaptarse a la edad y nivel de comprensión de tus alumnos, de modo que puedan absorber mejor el contenido.


3. Dedica Tiempo para la Oración: Antes, durante y después de la clase, tómate un tiempo para orar. Ora por los niños antes de la clase, pidiendo que sus corazones estén receptivos y abiertos para aprender. Durante la clase, involucra a los niños en la oración, permitiéndoles compartir sus propias peticiones. Después de la clase, ora por aquellos que asistieron y también por aquellos que no pudieron asistir.


4. Preparación Anticipada: Descarga y imprime con suficiente antelación tus materiales de clase. Esto te permitirá revisar el contenido y asegurarte de que tienes todo lo necesario para una experiencia de aprendizaje efectiva.


5. Organiza Materiales: Prepara todos los materiales que necesitarás antes de la clase. Asegúrate de tener libros, hojas de trabajo, lápices, marcadores o cualquier otro material que planees usar durante la lección. Una buena organización facilitará el flujo de la clase.


6. Fomenta la Participación: Durante la clase, anima a los niños a participar y hacer preguntas. Crea un ambiente en el que se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y dudas. Esto fomentará un diálogo abierto y enriquecedor.


7. Variedad en la Enseñanza: Utiliza diferentes métodos de enseñanza para mantener el interés de los niños. Combina lecturas, actividades prácticas, preguntas interactivas y discusiones grupales para mantener la atención y la participación activa.


8. Sé Flexible: Aunque tengas un plan estructurado, sé flexible para ajustarte a las necesidades del grupo. Si ves que los niños están especialmente interesados en un tema en particular, puedes profundizar en ese tema y adaptar tu enfoque.


9. Crea un Ambiente Agradable: Asegúrate de que el espacio donde se lleva a cabo la clase sea acogedor y seguro. Utiliza colores alegres, coloca material visualmente atractivo y fomenta la interacción amigable entre los niños.


10. Termina con una Reflexión: Al final de la clase, brinda a los niños la oportunidad de reflexionar sobre lo que aprendieron. Puedes hacerlo a través de preguntas abiertas, dibujos o simplemente pidiéndoles que compartan lo que más les impactó.


Recuerda que cada niño es único, y tu dedicación en la preparación y la enseñanza tendrá un impacto duradero en su crecimiento espiritual y personal. ¡Disfruta del proceso y del privilegio de ser un maestro que guía y motiva a los niños en su camino de aprendizaje y descubrimiento!


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